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Ser sostenible ya no es una voluntad, empieza a ser obligatorio

Normativas contables como NIIF S1, S2 y nuevas directrices de la Unión Europea plantean nuevas exigencias para que las empresas rindan cuentas sobre cómo afectan a su entorno.

2023-07-24

Por Pablo Balcáceres / Claudia Contreras – Revista Estrategia & Negocios

El impacto de las empresas en su entorno tendrá un abordaje más detallado en las rendiciones de cuentas de las compañías. La presentación de información no financiera dejará de ser vista como un acto voluntario para convertirse en un requisito obligatorio.

Nuevas regulaciones en Europa y en las normas contables internacionales demandan reportar habitualmente las acciones de ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés).

“La sostenibilidad ya es un tema regulatorio”, dice Manfred Kopper, socio de Servicios de Sostenibilidad para EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana.

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El Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB por sus siglas en inglés) emitió en junio los estándares NIIF S1 y NIIF S2 que, según el organismo, “marcarán el comienzo de una nueva era de divulgaciones relacionadas con la sostenibilidad en los mercados de capitales de todo el mundo”.

Al movimiento de las NIIF, de uso extendido en América Latina, se suma la aprobación de los reportes no financieros del Parlamento Europeo de este año; y próximamente se esperan avances de la Bolsa de Valores de Nueva York en esa dirección.

“Prácticamente la totalidad de empresas tendrá que reportar en los temas de sostenibilidad con una forma y una rigurosidad tan exigente como la información financiera. Hay muchísima presión para todos los sectores”, explica Kopper.

¿Qué cambian estas iniciativas? En esencia, la NIIF S1 aborda requisitos generales en materia de sostenibilidad y la S2 gira en torno a los riesgos climáticos, los gases de efecto invernadero y el impacto del sector productivo.

Las normas se basan en buena medida sobre los procedimientos de sostenibilidad usados por SASB y GRI, y en la evaluación de riesgos climáticos de la herramienta TCFD, por mencionar algunos estándares.

Es el inicio de un largo camino, vaticina Kopper. “El 2023, para mí, es un punto de quiebre donde se aprueban las primeras normas y a partir de ahí empezarán a correr las nuevas aprobaciones”.

En el horizonte ya se perfilan las NIIF S3, S4 y S5, actualmente en la fase de consultas. Las reformas vendrían dedicadas a aspectos de biodiversidad, manejo de residuos, conservación de agua y temas sociales.

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OBLIGACIÓN EN LA UE

Por su lado, la Unión Europea dio pasos decisivos con la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que comenzará a regir escalonadamente desde 2024 hasta 2027, la cual convierte a los reportes no financieros en obligatorios, estandarizados y auditables.

La directiva abarca a todas aquellas organizaciones que facturen más de 40 millones de euros o tengan más de 250 empleados, por lo tanto, “afecta a una mayor parte de las empresas europeas”, plantea Oriol Iglesias, director del Departamento de Marketing Management en ESADE.

La Comisión Europea tuvo como plazo el 30 de junio de 2023 para especificar la información que las empresas deben comunicar y un año adicional para divulgar normas complementarias y por sectores económicos.

La CSRD permitirá comprender la evolución, los resultados y la situación de cada empresa, así como del impacto de las actividades en cuestiones medioambientales, sociales y relativas a los trabajadores, el respeto de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y el soborno, argumenta la Comisión.

Las grandes empresas con más de 500 empleados deberán rendir su primer reporte CSRD en 2025 sobre el período 2024; en 2026 el calendario se extiende a las empresas con más de 250 empleados y entre 2027 y 2028 se incorporará a las pymes cotizantes en el mercado bursátil.

¿Qué tan cerca está Centroamérica de exigir este tipo de obligatoriedad? Lucía Barrera Ocampo, directora asociada de Sustainable Fitch, percibe que América Latina esperará a que el proceso normativo se asiente en Europa y Estados Unidos antes de tomar decisiones firmes en la materia.

En tanto, las empresas regionales con conexiones internacionales o aquellas que prevén la llegada de la tendencia avanzan con programas tratando de ir “un pasito más allá, más arriba” de las normativas, resume el panorama.

La pregunta para las compañías es: ¿se prepararán o esperarán que “la ley les pegue en la cara”? “Yo diría que del 50%, ya se están preparando hoy para gestionar estos temas”, estima Kopper, de EY.

De hecho, el impacto de la CSRD lo sentirán primero las empresas con relaciones comerciales con Europa. “De aquí al 2028 tendrían que estar reportando sin exclusión”.

“Las grandes corporaciones, marcas que son representadas aquí en Centroamérica, están exigiendo a sus representantes que deben tener esta información a la brevedad para que ellos, a nivel corporativo, puedan presentarla”, revela Kopper, de EY.

La firma de consultoría ya está trabajando con las organizaciones en los análisis de brechas para conocer la información de la que disponen y qué tanto les falta por reunir para cumplir con la rigurosidad exigida.

En cuanto a la implementación de las nuevas NIIF, es difícil pensar que la región pasará de largo. “No creo que ningún país se vaya a quedar por fuera porque eso sería la implementación incompleta de la norma NIIF, lo veo difícil”, piensa.

Para Iglesias, de ESADE, los próximos meses serán claves para generar el sentido de urgencia, desde los cargos directivos, sobre “por qué es fundamental subirse al carro de la sostenibilidad y de la responsabilidad social”.

CAMBIOS EN LAS NIIF

Según la ISSB, los estándares crean un lenguaje común para divulgar el efecto de los riesgos y oportunidades relacionados con el clima en las perspectivas de una empresa.

La NIIF S1 proporciona un conjunto de requisitos de divulgación diseñados para permitir que las empresas comuniquen a los inversores los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad a los que se enfrentan a corto, medio y largo plazo.

Por otro lado, la NIIF S2 establece revelaciones específicas relacionadas con el clima y está diseñada para usarse en conjunto con la NIIF S1. Ambos incorporan completamente las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD).

El alcance de ambas es global, pues se desarrollaron para utilizarse junto con cualquier requisito contable y se basan en los conceptos que sustentan las normas de contabilidad en 140 jurisdicciones.

Tras su emisión, se viene un trabajo de adopción, a través de un Grupo de Implementación de Transición para apoyar a las empresas que adoptarán los estándares.

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