Por Gabriela Melara – estrategiaynegocios.net
Costa Rica y Panamá son los países centroamericanos mejor posicionados en el Ranking de Competitividad 2022 de ADEN. Ambas naciones logran ubicarse en segunda y tercera posición de 18, respectivamente.
Según el estudio del Instituto de Competitividad de ADEN, Chile es el único país que supera a las dos centroamericanas. La economía chilena logra 77,8 puntos de 100 posibles.
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Costa Rica figura en el segundo lugar del global con 74,6 puntos y Panamá, en el tercero con 74,5 puntos. “En segundo lugar se ubica Costa Rica, que también a pesar de una muy leve desmejora se ubica en esa posición. Muy cerca, Panamá mantiene el tercer puesto (con mejora de su puntaje) y Uruguay (con 70,9) baja al cuarto (con desmejora)”, detalla el estudio.
ADEN destaca de Panamá los aspectos de Estabilidad macroeconómica y que mantiene su liderazgo en materia de expectativas de la población y competencia en los mercados.
Los primeros cuatro puestos son considerados con un “muy buen nivel de competitividad país”, aunque, “En la presente estimación, estos países muestran desmejoras en su puntaje, lo que implica que, si bien muchas variables se han deteriorado como consecuencia del escenario de pandemia, lo han hecho en menor medida que en los demás países”, agregan.
El resto de países de la región no aparecen sino hasta adelante del Top 10. En la posición 12 (calificados como niveles de competitividad menos aceptables) se encuentra El Salvador (con 59,8 puntos). El estudio resaltó que “se observa un estancamiento marcado de la situación de El Salvador”.
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Honduras figura en la posición 14 aparece (57,4 puntos) y Guatemala en la (15 con 56,5 puntos), mientras que el más rezagado es Nicaragua en el puesto 16 con 55,8 puntos de 100 posibles.
La tabla de 18 países termina con Venezuela, quien suma 47,9 puntos de 100.
¿Cómo es la evaluación?
Este estudio ha evaluado a 18 países latinoamericanos en diversas áreas como cobertura de necesidades básicas, aspectos institucionales, infraestructura, estabilidad macroeconómica, salud, educación, expectativas de la población, competencia en los mercados, eficiencia en las relaciones laborales y acceso a la tecnología.
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La puntuación que se le otorga a cada país es la que resulta sobre un total (máximo) de 100 puntos posibles considerando los diez aspectos mencionados antes con la ponderación correspondiente (doce puntos para cada uno de los seis primeros aspectos “de base” y siete puntos para cada uno de los cuatro últimos aspectos “de avance”).
Sobre el estudio
El ranking tiene por objeto conocer el posicionamiento competitivo de países latinoamericanos sobre la base de los diez aspectos anteriores.
El estudio se realiza desde 2010 y utiliza la información recopilada y sistematizada de fuentes nacionales e internacionales, entre ellas el Banco Interamericano de Desarrollo, Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y Banco Mundial.
El instituto hace la aclaración en la presentación de este año es que “lo cierto es que, la competitividad de todos los países de la Región se ha visto dañada por el perverso efecto externo “que se derramo” desde lo sanitario la pandemia del COVID-19.
“En 2021 comenzó la recuperación en todo el mundo, aunque en forma dispar por sectores de la economía, aunque en la mayoría de los casos no se logró recuperar lo perdido en 2020... Aquí es donde debe tenerse en cuenta una característica metodológica esencial de nuestro Ranking: es comparativo, como lo es el mismo concepto de competitividad”, señala.
El estudio también revela algunos hay otro tipo de retrasos competitivos derivados de problemas como la inseguridad, inestabilidad macroeconómica, aspectos institucionales e infraestructura.
