Por estrategiaynegocios.net
El estudio “¿Realmente tan sostenible? Explorando el interés de los costarricenses por los productos verdes” muestra que el interés general en Costa Rica por productos elaborados de manera sostenible fue tan solo 44 %.
Además, muestra que los consumidores más afines a los productos verdes son mujeres de la Generación Z, con educación universitaria, y de nivel socioeconómico medio-alto. Mientras que el interés por los productos verdes de los integrantes de la generación Millennials y de la clase alta es apenas promedio.
El informe fue realizado por Francisco Conejo, profesor asociado de Mercadeo del INCAE, junto a los coautores Wilson Rojas, Ana Zamora, y Clifford Young.
Conejo señala que Costa Rica ha llegado a gozar de una reputación internacional por su sostenibilidad. Sin embargo, los productos verdes, y por extensión el consumo sostenible, apenas le interesan a los costarricenses.
Por un lado, está el uso excesivo de recursos, reflejado por la huella de consumo del tico. Según el Global Footprint Network, ya para el 2018 Costa Rica requería de 1.55 planetas tierra para mantener su estilo de vida.
Aunque mejor que los 5.13 planetas requeridos por los Estados Unidos, el déficit ecológico de Costa Rica es similar al promedio de Centroamérica (1.45 planetas), América Latina/El Caribe (1.56), y el Mundo (1.75).
“Para un país que se jacta de ser un ejemplo de sostenibilidad, su huella ecológica no es nada especial. También preocupante es que el déficit ecológico de Costa Rica ha ido empeorando por casi medio siglo, con poco habiéndose hecho al respecto. Mas bien, Costa Rica se torna cada vez más en una sociedad de consumo, con implicaciones gravísimas para la sociedad y el medio ambiente”, indica el investigador.
Por el otro lado, está la basura que el consumo desmedido del país genera. Ilustrativo de esto es la cantidad de plástico que los costarricenses consumen y luego descartan.
El informe indica que Costa Rica genera unas 550 toneladas de basura plástica diariamente. Sólo el 9 % es reciclado y 11 % enviado a botaderos oficiales. El 80 % restante, 440 toneladas diarias, se tira en las calles, lotes, y quebradas, mucho del cual eventualmente termina en los océanos.
En vez de ser sostenible, Costa Rica más bien tiene una de las cuencas hidrográficas más contaminadas de Centroamérica, la del Tárcoles. Además de plásticos, el río evacua todo tipo de basura del Gran Área Metropolitana, en donde la mayoría de las personas e industrias residen. De botellas a llantas, el río convenientemente se lleva todo.
El estudio concluye que el nivel y modo de consumir de los ticos es la amenaza ambiental más seria que enfrenta Costa Rica. Es urgente idear, pero sobre todo implementar, modelos de desarrollo realmente sostenibles. Unos que desvinculen el crecimiento económico del consumo desenfrenado y la degradación socio-ambiental.
