Podría ser más impactante y movilizante que seguir profundizando en la agenda negativa que acarrea la región. ¿Por qué? Sencillamente: porque tomar conciencia de todo lo que se puede perder, por no hacer las cosas bien, es doloroso.que seguir profundizando en la agenda negativa que acarrea la región. ¿Por qué?
Pues bien, entonces, hagamos un repaso de los éxitos que tenemos, así a nadie escapa cuánto valor y potencial tiene Centroamérica. Que algunos, luego, quieran poner todo en riesgo, ya son cuentas aparte.
Según un reciente informe sobre los contextos externo y doméstico de la región, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado Evitando la tormenta, durante el 2015 el escenario internacional determinó una influencia favorable para Centroamérica y República Dominicana.
Por un lado, Estados Unidos, principal socio comercial de la región y lugar de origen de la mayoría de remesas, continuó por la senda de recuperación luego de la crisis financiera mundial.
Por otro lado, la fuerte disminución de los precios del petróleo contribuyó a mejorar los términos de intercambio. Esto permitió estabilizar las posiciones externas de los países de la región y propiciar una expansión económica con baja inflación (apenas 1,7% de inflación regional en todo 2015).
"Para 2016, prevalece el optimismo. Se espera que la economía estadounidense continúe creciendo y que la relación de precios internacionales vuelva a favorecer", señala el BID.
Según el Consejo Monetario Centroamericano (CMC), "la región, como un todo, ha realizado un esfuerzo importante de ajuste fiscal a lo largo de los años. De acuerdo con cifras a octubre, el resultado financiero del gobierno central para el grupo de países de la región, en 2015, fue inferior al 1% del PIB".
Gracias a esta relativa buena gestión macro, desde noviembre del año pasado -según el CMC- "todos los países experimentaron una aceleración en la tasa de crecimiento del IMAE en relación con el mismo mes del año anterior". Y hay un dato adicional relevante que advierte el Consejo: "Las mejoras institucionales que los bancos centrales de la región han implantado durante más de una década, fortaleciendo su marco de operatividad de política monetaria, su independencia y credibilidad, han contribuido a anclar las expectativas de los agentes económicos para 2016".
Centroamérica tiene lo necesario para ser un polo de atracción de inversiones. Tiene todo (o casi todo) lo que el capital necesita para prosperar: estabilidad macroeconómica, crecimiento, apertura, seguridad jurídica, bono demográfico, un talento disponible para sumar expertise, conectividad con grandes mercados...
"No tenemos ningún conflicto religioso ni racial, pero (en Centroamérica) no apreciamos este tipo de cosas, y debemos entender que si traemos gente con agenda en común y antecedentes en común, podemos hacer las cosas", dijo con meridiana claridad el empresario panameño Stanley Motta, durante la II Cumbre Centroamericana de Finanzas e Inversión, realizada en marzo en Ciudad de Panamá.
¿Cómo puede ser que una sociedad que ha demostrado ser apegada y disciplinada respecto de los paradigmas que definen el rumbo de las economías estables, no consigue atemperar los desequilibrios sociales que hoy están en la base de sus riesgos estructurales?
Esta es la agenda que debe empeñarnos, de cara al futuro y en defensa de todos los éxitos que nos acompañan. Centroamérica necesita liderazgos que sepan construir social y políticamente entornos estables y previsibles como son sus economías.
Para ello, el respeto a la institucionalidad, la transparencia, la decencia y la justicia son bienes innegociables. Hay una frase muy conocida, pero no por ello menos cierta, que dice: "Cuando los políticos aprendan a servir a la política y no a servirse de ella, las cosas comenzarán a cambiar".
*Directora Editorial- Estrategia & Negocios
