Por revistaeyn.com
Progreso inauguró su nueva planta de Predosificados, ubicada dentro de la Planta de cemento San Miguel, en Sanarate, El Progreso, Guatemala.
La misma tuvo una inversión de US$15,8 millones. El proyecto surge como parte de la estrategia de crecimiento y diversificación de Progreso, marcando un nuevo capítulo en su legado de 125 años en Guatemala.
La construcción del proyecto inició en noviembre de 2021. La planta está diseñada para la fabricación de recubrimientos (monocapas), mezclas para levantados y otros productos especializados para la construcción.
La planta de Predosificados incorpora tecnología de punta con un proceso automatizado, operado desde una sala de control por medio de PLCs (Controladores Lógicos Operables, por sus siglas en inglés) de última generación, junto con una instrumentación avanzada para supervisar todas las variables de operación.
Ana Miriam Obregón, gerente Negocio de Cal y Predosificados de Progreso expresó: “que la planta de predosificados establece un nuevo estándar para nuestros productos en términos de eficiencia y calidad. Diseñada para optimizar la cadena de suministro y satisfacer la creciente demanda del mercado, esta instalación permitirá a Progreso seguir respondiendo de manera ágil y efectiva a las necesidades cambiantes de nuestros clientes en Guatemala y la región.”
Además, la primera línea de producción tiene una capacidad de 370.000 toneladas al año, lo que le permitirá atender de mejor forma la demanda de mercado.
La marca comercial “Mezclas Listas Mixto Listo” está conformada por una familia de productos incluyendo acabados especializados, concretos, mezclas de levantado y estabilizadores de suelo. A través de estos materiales Mixto Listo busca ser un aliado estratégico para las diferentes soluciones constructivas de sus clientes.
Durante la fase de construcción, la planta desempeñó un papel activo en el fortalecimiento del mercado laboral local, generando 600 empleos indirectos. Ahora, en plena operación, la planta ha consolidado 40 empleos directos permanentes.
El diseño de la planta tuvo en cuenta la reducción del consumo de energía eléctrica, de la mano de un plan integral de gestión de residuos que respalda los objetivos sostenibles de Progreso.
