Por estrategiaynegocios.net
En algún momento de la vida, probablemente se haya fijado una meta. Si tiene suerte, lo logró. Si no lo hizo, no está solo: el mundo está plagado de propósitos fallidos de Año Nuevo, por ejemplo.
Esos fracasos resaltan un problema con la práctica de establecer metas: cuando no alcanzas un objetivo, la decepción puede enviarte a una espiral problemática, según muestra una investigación. Incluso fijarse un objetivo desde el principio puede limitarte, según el psicólogo organizacional de Wharton Adam Grant.
“A veces, cuando estableces una meta, creas una visión de túnel y te ciegas ante objetivos alternativos”, dijo Grant en un episodio reciente de su podcast “ReThinking”.
Figuras como el director ejecutivo multimillonario de Chobani, Hamdi Ulukaya, y el autor de best sellers, James Clear, han expresado pensamientos similares sobre la mentalidad de priorizar los objetivos. Las personas que establecen metas y se apegan obstinadamente a ellas “no ven la dimensión de las posibilidades”, dijo Ulukaya en el podcast de Grant en julio.
Por supuesto, algunas partes del establecimiento de objetivos son muy valiosas. Necesitas desafiarte a ti mismo y tener ambición. Estas dos alternativas pueden ayudarte a encontrar un equilibrio saludable, dicen los expertos:
Usa el ‘poder de resta’
El escalador y filósofo Francis Sanzaro apuesta por “el poder de la resta”.
Sanzaro dice que funciona mejor cuando puede minimizar la interferencia mental tanto como sea posible. Establecer objetivos y pensar en tácticas de autooptimización puede saturar tu mente, distrayéndote involuntariamente de la tarea en cuestión, le dice a CNBC Make It.
En otras palabras, al concentrarse demasiado en su objetivo final, podría obstaculizar la calidad de su desempeño, perder su objetivo y olvidarse de apreciar el trabajo realizado en el camino.
En cambio, Sanzaro dice que intenta aclarar su mente, “restando” todos los pensamientos no relacionados con su siguiente paso inmediato. La investigación respalda este enfoque: en un estudio de 2011 , por ejemplo, los participantes que se centraban en el proceso de comer de forma saludable tenían más probabilidades de perder peso que las personas que priorizaban el objetivo final de adelgazar.
La tarea única es más efectiva si la practicas repetidamente en múltiples partes de tu vida, dice Sanzaro. Hacerlo puede ayudarle a perfeccionar su capacidad para identificar y desconectar rápidamente los pensamientos que le distraen, porque sin práctica no es fácil.
“La mente simplemente no puede reconfigurarse tan rápidamente”, afirma Sanzaro. “Si esperas hasta la mañana siguiente e intentas algún pequeño truco mental para llegar al estado mental ‘correcto’, al final solo crearás resentimiento interno”.
Persiga la ‘excelencia’, no objetivos específicos
Emmanuel Acho habló en una ponencia sobre el daño que el establecimiento de metas le causó a su vida. Acho, de 32 años, es un ex apoyador de la NFL y personalidad televisiva dos veces ganadora de un Emmy. Cuando era estudiante de tercer año en la Universidad de Texas, Acho recibió una carta de la Liga Nacional de Fútbol Americano diciendo que no estaba proyectado como una selección del draft del Día 1. Decidió demostrarle a la liga que estaba equivocada.
“Tomé esa hoja de papel, la puse encima de mi cama y cada día que me despertaba, la miraba”, dijo Acho. “Me memoricé ese gol”.
Un año después, Acho fue seleccionado en la sexta ronda, cerca del final, por los Cleveland Browns. No alcanzar su objetivo después de un año de obsesión arruinó su autoestima y obstaculizó su desempeño en el campo, dijo.
A partir de ese momento dejó de fijarse metas y empezó a perseguir un objetivo “ilimitado” de “excelencia”, afirmó. La principal diferencia: los objetivos eran específicos, mientras que la excelencia ilimitada exigía una mentalidad abierta.
En 2015, a Acho le ofrecieron un trabajo en televisión que habría significado retirarse del fútbol, dijo. El viejo Acho podría haberlo ignorado y seguir comprometido con sus objetivos futbolísticos en progreso. En cambio, aceptó el trabajo, porque una excelente oportunidad valía la pena interrumpir los planes que había hecho anteriormente.
“Lo que creo que es tan emocionante acerca de esa filosofía es que realmente nos empuja a redefinir el éxito”, le dijo Grant a Acho en su podcast el año pasado. “Encuentro que muchas de las personas con las que trabajo definen el éxito como el logro de sus objetivos, y siempre quiero retroceder y decir: ‘No, el éxito es vivir tus valores’”.
