Empresas & Management

Opinión: La digitalización como motor de la transformación digital

Contar con habilidades digitales se convierte en un requisito para aprovechar las oportunidades que la transformación digital ofrece.

2023-05-10

Por Jeannina Valenzuela, especialista en Innovación para los negocios

El uso de las tecnologías digitales en países en desarrollo ha tenido un avance sostenido en las últimas dos décadas y este proceso tuvo su punto de inflexión durante la emergencia sanitaria causada por la COVID-19, puesto que el uso de estas tecnologías aumentó sustancialmente al convertirse en un elemento presente en todas las actividades cotidianas.

La utilización de la Internet se ha convertido hoy en una necesidad prioritaria en nuestros quehaceres diarios en el campo laboral, educativo, acceso a servicios, trámites, comercio e incluso para la vida familiar.

Sin embargo, la Internet no es accesible ni asequible para todos y se estima que alrededor de la mitad de la población mundial se encuentra excluida del mundo digital y durante la pandemia enfrentó la imposibilidad de sostener su empleo de manera remota, aprender a distancia, desarrollar un emprendimiento e incluso estar conectado con su entorno familiar y social.

Estar conectados digitalmente es un recurso que permite mejorar la vida de las personas y el desempeño de las instituciones, y se ha convertido en un derecho humano habilitante para el trabajo, la salud, la educación y los servicios públicos. En consecuencia, contar con habilidades digitales necesarias para hacer un uso significativo de esta conectividad se convierte en un requisito indispensable para aprovechar las oportunidades que la transformación digital nos ofrece.

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En este contexto, toda organización enfrenta dos retos; el primero, la digitalización o incorporación de la tecnología para la mejora de sus procesos, funciones y operaciones comerciales; y, el segundo, la transformación digital o búsqueda de soluciones a los problemas de la organización con los mejores medios o métodos técnicos digitales.

Un reto adicional para nuestras sociedades y las organizaciones es que su recurso humano cuente con las habilidades digitales necesarias para llevar adelante la transformación digital. Es clave que todas las persones cuenten con habilidades digitales para obtener, utilizar, gestionar y crear información digital y herramientas digitales, beneficiándose así de las oportunidades de desarrollo que ofrece el mundo digital.

Ser competente en el campo digital implica poseer conocimientos técnicos especializados, experiencia, hábitos y entendimiento para hacer uso de las tecnologías digitales.

De acuerdo con la UNESCO ser competente en el campo digital es contar con la “habilidad de acceder, administrar, integrar, comunicar, evaluar y crear información de modo seguro y apropiado a través de tecnologías digitales para conseguir empleo, trabajo decente y emprender”. Todo ello demanda que la persona cuente con conocimientos necesarios y también con una actitud y motivación para emprender este desafío.

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Se considera que los países latinoamericanos aún deben realizar esfuerzos para fortalecer las competencias digitales de sus ciudadanos, para de este modo reducir las barreras de asequibilidad. Solo así, la población y las organizaciones de esta región podrán aprovechar en mayor medida los beneficios y las ventajas que ofrece la digitalización.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la capacidad de avanzar en el uso de la tecnología digital para mejorar el desarrollo económico y social en la región no solo depende de la disponibilidad de la infraestructura necesaria y el acceso a la tecnología, sino también demanda un mayor nivel de “alfabetización digital”, puesto que un importante segmento de nuestras poblaciones jamás ha utilizado la Internet.

Durante la emergencia sanitaria se evidenció que la “inclusión digital” es otro reto que deben enfrentar los países en general y las organizaciones empresariales en particular. No acceder a las exigencias tecnológicas del teletrabajo, la educación a distancia, el comercio electrónico o los servicios públicos virtuales podrían aumentar la vulnerabilidad de amplios sectores de la ciudadanía.

La brecha digital repercute de forma negativa en la propia población excluida y también en las economías nacionales. La exclusión de sectores como mujeres significa una importante merma del Producto Bruto Interna de nuestras naciones, por lo que un reto para los países en desarrollo como el Perú es trabajar juntos –gobierno, sector privado y sociedad civil- para construir sociedades más inclusivas, justas y prósperas.

En consecuencia, si bien la digitalización es el motor para la transformación digital de nuestras sociedades y organizaciones, una condición necesaria para que ello ocurra es que nuestros ciudadanos, y los colaboradores de una organización, cuenten con los conocimientos y habilidades necesarias para hacer uso de estas tecnologías y beneficiarse de sus bondades.

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