Empresas & Management

El estrés y sus daños a la piel

Es crucial adoptar hábitos de cuidado de la piel efectivos para contrarrestar los efectos negativos de la tensión y mantener una apariencia saludable.

2024-02-25

Por revistaeyn.com

El estrés laboral se convierte en el enemigo invisible de la piel. Deja huellas visibles y acelera el envejecimiento, además de otros daños.

El mismo puede desencadenar un aumento en la producción de hormonas, como el cortisol, que pueden dañar el colágeno y la elastina, generar una piel escamosa, áspera y estimular un envejecimiento prematuro.

Asimismo, estimular la producción de aceite en la piel y provocar brotes de acné, eczema u otros trastornos cutáneos que afectan la calidad de vida y la imagen.

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El estrés crónico puede ralentizar el proceso de reparación natural de la piel y empeorar afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis o rosácea, destaca el Dr. Juan Carlos Quesada.

“Si bien el envejecimiento es un proceso natural que afecta a todas las personas, existen ciertos factores relacionados con el entorno laboral y el estilo de vida que pueden influir en la velocidad a la que una persona muestra signos de envejecimiento”, señaló el dermatólogo de la Clínica Total Dermatology.

Para cuidar la piel no es necesario hacer rutinas largas de tratamientos, basta con "adoptar diversas estrategias, como practicar técnicas de relajamiento, mantener una rutina de cuidado diaria, utilizar bloqueador varias veces al día, beber mucha agua, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta equilibrada y nutritiva y buscar ayuda profesional si las preocupaciones del trabajo están afectando significativamente la calidad de vida”, agregó el especialista.

Aunque no existe evidencia concluyente que demuestre que los profesionales y ejecutivos envejecen más rápido que otras personas, hay factores específicos asociados con ciertos trabajos y estilos de vida que podrían contribuir a un proceso de envejecimiento acelerado.

"Los altos niveles de tensión en el trabajo pueden desencadenar la liberación de hormonas del estrés que, a largo plazo, podrían tener efectos negativos en la salud, la apariencia de la piel y el cabello”, agregó Quesada.

De acuerdo con una encuesta a 410 empleadores realizada por la Corredora de Seguros WTW, el 84 % de los empleadores de América Latina citaron el estrés, el agotamiento y los problemas de salud mental como las principales afecciones señaladas por el 83 % de la fuerza laboral, lo cual se convierte en un desafío para las organizaciones.

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"Las personas con mayores puntuaciones de estrés tenían perfiles inmunológicos que parecían más viejos”, afirmó Eric Klopack, becario posdoctoral de la Escuela de Gerontología Leonard Davis, de la Universidad del Sur de California, quien agregó que “las personas que experimentan más estrés tienden a tener una dieta y hábitos de ejercicio más pobres, lo que explica en parte por qué tienen un envejecimiento inmunológico más acelerado”.

La piel: reflejo fiel de nuestra salud emocional

La presión laboral y responsabilidades pueden contribuir a un estilo de vida desequilibrado, lo que podría afectar la salud física y emocional a largo plazo.

Asimismo, el sedentarismo que se da debido a largas horas de trabajo de oficina aumenta el riesgo de problemas de salud relacionados con la inactividad física, como enfermedades cardiovasculares y obesidad.

Según el dermatólogo, es importante tener en cuenta que cada individuo envejece de manera única. La genética, los hábitos de estilo de vida y otros factores pueden tener un impacto significativo en el proceso de envejecimiento.

Consejos:

Para mitigar los efectos negativos del envejecimiento prematuro, es fundamental adoptar prácticas de autocuidado adecuadas, como lo son el llevar un estilo de vida equilibrado, practicar el manejo del estrés y mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada, especificó el experto de Total Dermatology.

-Proteja diariamente la piel del sol, incluso en días nublados

-Mantenga una rutina diaria de cuidado de la piel que incluya limpieza, tonificación e hidratación para mantenerla sana y radiante.

-Beba suficiente agua durante el día, sobre todo en entornos de trabajo con aire acondicionado

-Consuma una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales

-Implemente técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda

-Haga una rutina diaria de ejercicio físico para mejorar la circulación sanguínea y promover una piel más saludable

-Duerma lo suficiente para permitir que la piel se regenere

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