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Centroamérica orbita hacia la industria aeroespacial

La región avanza en el emprendimiento de iniciativas para este sector pujante de la economía mundial, con el desarrollo de pequeños satélites que ya han sido lanzados al espacio, simuladores de microgravedad y proyectos basados en ciencia espacial para mejorar las condiciones de vida en el planeta.

2024-01-15

Por María José Núñez Chacón - Revista Estrategia & Negocios

Hablar de la industria aeroespacial suena para muchos centroamericanos un norte muy lejano, un viaje del que los países del istmo están excluidos y con el que difícilmente se puede soñar. Pero...¿qué tal si le contamos que no sólo hay quienes se han abierto paso en este nicho, sino que en ese territorio que se observa largo y angosto desde el espacio, llamado Centroamérica, se está generando gran cantidad de iniciativas y emprendimientos que resuenan en la industria mundial?

CubeSats o pequeños satélites programados para misiones en el espacio, cohetes para exploración o investigación, creación de aplicaciones, aporte en el desarrollo de laboratorios espaciales para misiones no tripuladas, simuladores de gravedad cero, análisis de datos, son parte de las múltiples iniciativas que posicionan a estudiantes y profesionales centroamericanos en este prometedor mercado.

Quetzal-1, primer satélite guatemalteco en órbita

Incursionar en esta industria aeroespacial no implica que todos llegarán a ser astronautas, pero es totalmente viable que desde las diferentes carreras y profesiones se pueda salir de la órbita terrestre, y en estos momentos, es allí donde la región comienza a ver la luz brillar.

Se trata de una industria que mueve billones de dólares al año y que tiene una gran necesidad de innovación, creatividad y chispa para dar esa propulsión a soluciones de grandes y pequeñas incógnitas. Según los expertos, en Centroamérica estas características están intrínsecas en su talento humano.

Por ejemplo, en Costa Rica se agrupan más de 30 empresas vinculadas con esta industria y para el cierre del primer semestre de 2023, se registraron un total de exportaciones de US$5,77 millones, con destino a Estados Unidos, Irlanda y Panamá.

Precisamente, con el fin de generar sinergias, vínculos, oportunidades de negocios y networking es que se realizó en septiembre de 2023 el I Congreso Espacial Centroamericano, que tuvo como sede la Universidad de Costa Rica (UCR) y donde convergieron profesionales, académicos, investigadores y estudiantes vinculados con la industria espacial.

En este Congreso participaron personalidades destacadas de la talla de Sandra Cauffman, física costarricense destacada por su trabajo en la NASA; Luis Zea, ingeniero guatemalteco involucrado en el desarrollo de un CubeSat y en estudios de simulación de un viaje tripulado a Marte; Melania Guerra, costarricense que trabajó para el Centro Espacial Johnson de la NASA y es especialista en regiones polares; Andrés Mora, costarricense con un doctorado en robótica espacial que fue pasante internacional en el Laboratorio de Propulsión Espacial Avanzada en el Centro Espacial Johnson de la NASA; Katherine Herrera, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Ingeniería y Ciencias Espaciales y Leonora de Lemos, directora del Grupo de Ingeniería Aeroespacial de la UCR.

Sandra Cauffman, directora adjunta de la División de Astrofísica de la NASA, confirmó a E&N que la realidad es que la mayor parte de las investigaciones que se realizan requieren de profesionales de distintas áreas, de hecho, aseguró que se requiere una gran cantidad de ingenieros, científicos, abogados, personas con capacidad de manejar presupuestos y doctores.

También es necesario contar con especialistas en Recursos Humanos, desarrolladores, psicólogos, nutricionistas, arquitectos e incluso diseñadores gráficos, comunicadores y expertos en comunicación que ayuden a comunicar el trabajo que realizan los científicos.

“Sí con el talento humano de la región estamos impulsando sectores tecnológicos de primer nivel, por qué no lo haríamos para la industria aeroespacial, hay que quitarse las barreras mentales, porque se requiere de satélites, cohetes, dispositivos electrónicos, análisis de procesos y mucha investigación. La región tiene un enorme potencial y mucha gente de diversas áreas que pueden aportar”, detalló la reconocida científica.

Centroamérica orbita hacia la industria aeroespacial

Un potencial que despega

De acuerdo con Katherine Herrera, la región centroamericana tiene un escenario muy prometedor con la industria aeroespacial, la cual tiene una fuerte porción de personas jóvenes incursionando en emprendimientos, proyectos y experimentos, los cuales reciben mentorías y orientación de los científicos, técnicos e ingenieros más experimentados.

Equipos de trabajo en universidades y empresas están desarrollando, diversos proyectos como los CubeSats que van a la Estación Internacional Espacial; son pequeñas unidades de 10 centímetros de cada lado que incorporan los mismos sistemas que satélites grandes y permiten a universidades y países en vías de desarrollo implementar sistemas espaciales y hacer pruebas.

La región centroamericana ha desarrollado hasta el momento dos CubeSats, el primero fue en Costa Rica con el proyecto Irazú que fue puesto en órbita en 2018, y permitió el monitoreo diario del crecimiento de los árboles en una parcela forestal. El segundo el Quetzal 1, producido en Guatemala, el cual orbitó la tierra 211 días y recolectó 84.776 paquetes de información. En estos momentos se está desarrollando un tercer satélite denominado Morazán, en conjunto entre Honduras, Costa Rica y Guatemala.

José Antonio Bagur del Laboratorio Aeroespacial de la Universidad del Valle de Guatemala señaló que este proyecto arrancó diez años antes y terminó con la publicación de los resultados que lanzó el CubeSat.

“En Guatemala desarrollamos el 70 % del satélite, pasamos por un proceso completo, desde el momento en que pusimos la idea en papel, creamos las piezas, hicimos montaje y pruebas hasta que se realizó el lanzamiento. Más allá de los resultados científicos, nos llena de orgullo porque para un país con una realidad tan complicada, dar divulgación a este proyecto generó un gran impacto en niños y jóvenes que se han visto impulsados para incursionar a futuro en la industria aeroespacial”, detalló Bagur. Actualmente, desde el Laboratorio impulsan equipos para pruebas de satélites de bajo costo. Buscan generar ciencia abierta que pueda ser replicada por otros países, sobre todo, los que están en vías de desarrollo.

Una startup en microgravedad de Centroamérica

Otro ejemplo es Orbital Space Technologies, la primer startup en microgravedad de Centroamérica, la cual brinda servicios aeroespaciales en distintas áreas de la industria, con el desarrollo de pequeños laboratorios miniaturizados y automáticos que simulan ambientes de microgravedad.

María Fernanda del Barco, miembro del equipo de Orbital Space Techologies, relató que en 2022 lanzaron una misión espacial en alianza con el Instituto Tecnológico de Costa Rica y con la Cooperación Sueca, para probar uno de sus laboratorios en condiciones reales de microgravedad y actualmente avanzan con nuevos proyectos y alianzas.

Proyecto científico de Costa Rica viajará al espacio

Katherine Herrera con el apoyo de su mentor Luis Zea, inició su primer proyecto de investigación en microbiología espacial, sin embargo, pronto descubrió que acceder a los equipos necesarios para hacer pruebas era sumamente costoso. Luego de un proceso de prueba y error creó, junto a un amigo de la infancia, una máquina de simulación de microgravedad. En 2022, al ver que había un faltante de simuladores de microgravedad económicamente accesibles y que fueran de uso sencillo, comenzó la startup Verne Technologies, dedicada a la venta de tecnologías personalizadas para la investigación.

Por su parte, Francisco Salazar, coordinador del grupo de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Costa Rica, también destacó sobre los avances y proyectos que realizan, sobre todo relacionados con cohetería, particularmente para el análisis aerodinámico, tensegridad, mitigación del impacto de incendios forestales mediante el uso de cohete y la fabricación de un cohete bioinspirado en una semilla voladora para la reforestación.

Así como estas iniciativas hay muchas más en la región centroamericana que están abriendo brechas y espacios en la industria aeroespacial, pero los expertos fueron enfáticos, en el marco del Congreso Centroamericano Espacial, que aún hay mucho por hacer en cuanto a generación de oportunidades de formación para las nuevas generaciones.

Para Andrés Mora, uno de los organizadores del Congreso Espacial Centroamericano, la región centroamericana tiene mayores dificultades para acceder a los especialistas en materia espacial, aprender de ellos, colaborar, pero sobre todo enseñarles lo que se está trabajando en el escenario de la tecnología aeroespacial, por lo que el evento se convirtió en una oportunidad única para generar estos enlaces.

Ya es tiempo de que los gobiernos le den la importancia que merece a invertir en tecnología espacial, es poner a la región en el mapa de esta industria y cambiar la conformación del mercado de trabajo y de producción. Estamos generando las mejores soluciones en dispositivos médicos del mundo, entonces ¿cuál es la diferencia respecto a generar las mejores partes para satélites, robots, equipo tecnológico que se use en el espacio? son cosas muy tangibles para nuestro talento humano”, detalló.

Coincidente con este criterio, el ingeniero Luis Zea indicó que es necesario cambiar los procesos de formación, pero desde las edades escolares, de manera que los jóvenes al llegar a la universidad tengan desarrollado el interés por estas áreas, además, insistió en que es urgente que los países diversifiquen la economía, pues para avanzar hacia mercados más competitivos, no solo se pueden basar en agroindustria, el turismo y la remesas.

“La región está posicionada de excelente forma para la industria aeroespacial, cuenta con el talento humano y tenemos una chispa de buscar soluciones innovadoras, solo necesitamos que los jóvenes se lo crean. Hay gente haciendo cosas buenísimas, proyectos conjuntos e incluso llevando satélites pequeños a Marte a través de la NASA, eso demuestra que la región puede hacer toda la tecnología de punta que se requiere”, dijo Zea.

LOS PIONEROS

Incursionar en la industria aeroespacial aún tiene un largo camino por recorrer para los centroamericanos, pero hay personas que han comenzado a forjar trecho para los miles que vienen atrás.

Son profesionales que supieron crearse oportunidades, creer en sí mismos y emprender rumbos nuevos, en muchas ocasiones sin recursos, pero con la convicción de que en el universo hay alternativas para alcanzar el éxito.

LUIS ZEA, ingeniero mecánico de la Universidad del Valle de Guatemala, Máster en Ingeniería Aeroespacial con especialización en termo fluidos de la Universidad de Florida y Doctor en Ingeniería Aeroespacial con especialización en Bioastronáutica.

“Soy científico espacial y trabajo con biología espacial haciendo investigaciones sobre diferentes tipos de cáncer en microgravedad, bacterias y también con el desarrollo de equipo para implementar las investigaciones en la Universidad de Colorado”.

MELANIA GUERRA, ingeniera mecánica, Máster y Doctora en Oceanografía de la Universidad de California, especialista en regiones polares, participó en la expedición Homeward Bound en la Antártida. Fue pasante en el Laboratorio de Propulsión Avanzada en la NASA.

“Siempre me apasionaron los ambientes extremos, el espacio, el océano y los polos. Fui pasante en el Laboratorio de Propulsión Espacial Avanzada en la NASA, hice mi doctorado en Estados Unidos en Oceanografía, realicé investigaciones y trabajo de campo en el Ártico y la Antártida y en los últimos años he trabajado con sensores remotos de satélites”.

ANDRÉS MORA, investigador costarricense que trabaja en el desarrollo e implementación de robots e instrumentos para ambientes extremos en la Universidad Estatal de Arizona, Máster y Doctor en robótica espacial.

“Estudié ingeniería electrónica en Costa Rica, fue pasante en el Laboratorio de Propulsión Avanzada en la NASA, apliqué a una beca a Japón donde se me abrieron puertas, fui el primer costarricense en ser parte de la Universidad Internacional del Espacio, generando gran cantidad de redes”.

KATHERINE HERRERA, CEO Verne Technologies, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Ingeniería y Ciencias Espaciales

“Soy bioquímica y microbióloga, recibí un curso de introducción a la astronomía me enamoré del espacio, así que decidí unir mi carrera con el área espacial. Mi mentor Luis Zea me enseñó sobre microbiología espacial, avancé en el desarrollo de una máquina de simulación de gravedad cero y establecí la startup Verne Technologies”.

LEONORA DE LEMOS, investigadora, doctora en educación, ingeniera mecánica de la Universidad de Costa Rica y directora del Grupo de Ingeniería Aeroespacial de la UCR.

“Desde 2014 fui parte del equipo que fundó el Grupo de Ingeniería Aeroespacial, con estudiantes y profesores como un punto de encuentro para la gente con ganas de impulsar iniciativas, ideas y proyectos. Empezamos con cohetería, satélites, robótica espacial y hemos ido a seminarios y congresos”.

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