La alta comisionada adjunta de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Kelly Clements, visita este sábado Costa Rica para 'darle seguimiento a la respuesta al aumento de personas solicitantes de asilo, particularmente de Nicaragua y Venezuela'.
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Según cifras oficiales, hay 87.190 solicitantes de asilo en Costa Rica, de los cuales un 80 por ciento son nicaragüenses y un 7% venezolanos, para cuyas necesidades se han destinado US$4,1 millones.
'Sabemos que esto marcará una gran diferencia en la calidad de vida de las familias que han huido de sus países', ha declarado el presidente costarricense, Carlos Alvarado Quesada, 'en busca de refugio para salvaguardar sus vidas y las de su familia'.
El enfoque de Costa Rica son los derechos humanos', ha añadido Alvarado en relación al convenio que mantiene con ACNUR. 'El único enfoque tanto ético como práctico es colocar a la persona en el centro de todas las políticas públicas', según el mandatario.
La oficina de Naciones Unidas ha declarado su respaldo a un programa específico que atenderá a unas 600 familias solicitantes de asilo en pobreza extrema, que recibirán un subsidio económico durante tres meses para aliviar sus necesidades básicas más inmediatas.
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'Felicitamos a Costa Rica por su compromiso y grandes esfuerzos por acoger a las personas que huyen de la violencia y la persecución. Desde ACNUR, reafirmamos nuestro apoyo al país en la respuesta humanitaria a las personas que han huido para salvar sus vidas', ha señalado Clemens, que este sábado visita el norte del país, donde se encuentran los centros comunitarios de Canalete, Bijagua y Quebradón, en Upala.
