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Honduras impulsa al sector eléctrico y busca una matriz más 'verde'

En los últimos años, Honduras ha ido moviéndose en dos rutas: sentar las bases legales que le permitan a futuro liberalizar su mercado eléctrico; y diversificar su matriz, disminuyendo su dependencia de la energía térmica.

2018-07-30

Por Gloria Rodríguez - estrategiaynegocios.net

En lo que a marco normativo se refiere, en 2014 se emitió una nueva Ley General de Energía Eléctrica que empezó a dividir las funciones otrora centralizadas en la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica, ENEE, hasta tener, hoy al primer Ministro de Energía de Honduras, el recientemente nombrado Roberto Ordoñez. Si bien aun no cuenta con todo el andamiaje de soporte para el nuevo ministerio, se espera que el mismo esté operando para finales de este año.

Esta nueva legislación ha dado paso a la creación de un nuevo ente regulador: la Comisión Reguladora de Energía (CREE), que es ahora la encargada de fijar tarifas, licitar, comprar y evitar las prácticas anticompetitivas en un sistema que puja por competir.

En diciembre de 2016, ya con las nuevas normas, se autorizó a la ENEE, la primera licitación internacional de potencia con generación térmica. Bajo el nuevo modelo de licitación internacional, participaron más de 30 empresas que pujaron abiertamente por 820 Megavatios de potencia firme. Esta fue la primera vez que se conocieron públicamente los precios en que cada planta ofertó su energía.

A pesar de contar con un marco regulatorio de avanzada, al momento, el engranaje aún no avanza yel modelo de negocio aún se concentra en manos estatales, aunque con una creciente participación privada en lo que a generación se refiere. Así lo reconoce Elsia Paz, Presidenta de la Asociación Hondureña de Empresas de Energía Renovable AHER: "La Ley de la industria tiene mucho potencial, pero lastimosamente no hemos salido de ese mercado integrado verticalmente, que es un monopolio que lo maneja la ENEE, y abrirnos a un mercado mayorista que va a traer más competencia e inversiones".

Foto: Estrategia y Negocios



De acuerdo a información proporcionada por la ENEE, a diciembre de 2017 la capacidad instalada del sistema eléctrico hondureño estaba dividida en 81% de centrales de generación privadas y 19% estatal. A nivel de generación de energía eléctrica, los porcentajes de participación son similares, concentrándose un 80% de la generación privada y un 20% generación estatal. Este 80% se traduce en 99 plantas de generación, con una capacidad instalada de 2,571.3 MW.

Al mismo tiempo, la matriz energética hondureña se ha ido diversificando de manera acelerada hacia opciones más verdes, a fin de ir disminuyendo su dependencia energética de la generación térmica, que aún representa un 36% de la generación nacional de este país.

Si bien pudiera pensarse en un motivo medioambiental detrás de esta estrategia, una de las razones de mayor peso para cambiar de manera acelerada esta estructura de suministro fue la económica, en tanto que la escalada de precios del petróleo de finales de la primera década del nuevo siglo, supuso una deuda casi impagable para la ENEE con los generadores privados,que aún persiste.

Según datos de la AHER, existen 64 proyectos de energía renovable en Honduras con una capacidad generadora de 1,040 MW instalados. A esto hay que sumar, 14 proyectos más que están actualmente en construcción con una capacidad de generación de 371,24 MW.

La opción energética de mayor peso en la matriz hondureña es la hídrica, tanto a nivel estatal como privado. En manos del Gobierno está el 21% de las hidroeléctricas, siendo la más grande de todo el país El Cajón, la cual genera 300 MW. Por el lado privado, la ENEE reporta 38 proyectos hidroeléctricos, que representan el 16% de la generación total de Honduras.

El sol brilla para todos

Sin embargo, de todas las opciones verdes, la demás rápido crecimiento en Honduras ha sido la fotovoltaica, y como bien lo explica Elsia Paz, "no es porque aquí brille el sol más fuerte, los 390 Megawats solares vinieron a Honduras por un incentivo que prometió el Gobierno de tres centavos adicionales en una época en que el petróleo estaba bien alto", refirió la profesional, refiriéndose al incentivo económico por la puesta en funcionamiento de las plantas antes de agosto de 2015.

Es así como se explica que al cierre de 2016, la energía solar tenía una capacidad instalada de 388MW, que correspondían al 17,6% de la capacidad instalada y al 27,5% de la energía renovable, según datos de la ENEE.

Foto: Estrategia y Negocios



No obstante, lo que parecía una brillante inversión, se ha visto empañada por el incumplimiento estatal, lo cual podría afectar las futuras inversiones, advierten los generadores. "No se ha cumplido con el pago de esos incentivos y eso nos preocupa, a todos los que estamos en el sector porque eso provoca mucha incertidumbre en las inversiones", acotó Paz.

Uno de esos inversionistas, que llegaron atraídos por el nuevo marco legal hondureño fue la firma novadaruega Scatec Solar. "Honduras es un país atractivo para invertir desde que, en 2014 se empezó a promulgaruna serie de leyes interesantes para promover la energía renovable", indicó Alberto Gambacorta, quién se de-sempeña como Gerente de Desarrollo de Negocios Internacionales de Scatec Solar.

Actualmente Scatec Solar tiene en funcionamiento una planta solar en el municipio de Nacaome de 60 MW, y ya ha empezado la construcción de su segundo parque solar, en el municipio de Namasigüe, ambos en el sureño departamento de Choluteca, que tendrá una capacidad instalada de de 43,75 MW y requerirá una inversión de US$100 millones de dólares.

Sobre la posibilidad de invertir en otros países de la región, Gambacorta dijo que por el momento, esta empresa noruega que tiene historial de instalación de más de 600 MW en cinco países, se encuentra analizando el desarrollo de cada uno de los mercados del Istmo, así como el desarrollo de sus marcos regulatorios.

"No queremos afirmar, ni descartar ninguna otra inversión en Centroamérica por el momento, pero sin duda esta región es de gran atractivo para cualquier inversionista", añadió.

Si bien Scatec Solar tendrá más de 100 MW una vez concluya su segunda planta en este país, y eso lo coloca entre los grandes jugadores de la energía fotovoltaica en Honduras, actualmente este país centroamericano cuenta con una de las plantas solares más grandes de toda América Latina.

Se trata del parque solar Nacaome-Valle, con capacidad de generar 125MW, propiedad del consorcio formado por Solar Power, SOPOSA y Compañía Generadora de Energía Solar, COHESSA, inaugurado en mayo de 2015, a un costo de US$232 millones.

Antes, en septiembre de 2011, en los albores del cambio de la matriz energética, Honduras también fue testigo de la inauguración de lo que en ese momento era el primer y más grande parque de Centroamérica: el Parque Eólico Cerro de Hula, con capacidad de generar 100MW, con 51 turbinas Gamesa G87
de 20MW distribuidas en 6.500 hectáreas.

EEH, nuevo jugador

Uno de los cambios más notables en el mercado eléctrico hondureño es la participación de un nuevo jugador, mitad nacional mitad extranjero. Se trata de la Empresa Energía Honduras, EEH, que llegó al mercado tras ganar una licitación internacional para administrar la red de distribución y encargarse de la comercialización del fluido eléctrico a nivel nacional.

Sobre el modelo con el cual arribó a Honduras, German García, Gerente General de EEH explicó en entrevista "El estado hondureño no vende sus activos, los entrega en fideicomisos, para que éstos saquen lici taciones y consigan operadores temporales mientras se mejoran los procesos. Ese fue el mecanismo mediante el cual EEH se conformó. Toda la red de distribución del país se le entrego en fideicomiso a Ficohsa, y nosotros ganamos esa licitación", explicó García, un colombiano con una larga trayectoria en empresas de energía en su país, en cuyas manos está ahora la administración de este millonario contrato.

Empresa Energía Honduras, se hizo con dicho contrato responsable de dos cosas: Operar y mantener toda la red eléctrica de distribución al igual que hacer la comercialización de energía y reducir las pérdidas de energía del país en 17 puntos porcentuales e incrementar el recaudo al 98%.

Para cumplir con el primer objetivo, el contrato establece un fee mensual del orden de US$14,5 millones, sin embargo García se adelanta a explicar que el gobierno hondureño les hizo una contraoferta por US$10,5 millones, que es lo que en realidad han estado recibiendo por mantener los poco más de 51.000 mil kilómetros que actualmente tiene la red eléctrica nacional entre líneas primarias y secundarias.

"El Gobierno antes de empezar el contrato dijo: Deme tres meses, yo reviso la cifra. Estamos requiriendo con urgencia, llegar a un acuerdo de cuál es la cifra final con el Gobierno", apunta García haciendo especial énfasis en que tienen una deuda por cobrar con el Estado que supera los 100 millones de dólares.

El gerente explicó que un tercio de la deuda de ENEE es del Estado. Entre los principales deudores están el Sistema Nacional de Acueducto y Alcantarillado (SANAA) y las Fuerzas Armadas de Honduras.

El segundo objetivo del contrato de la EEH, es el de reducir las pérdidas de fluido eléctrico e incrementar lo recaudado entre los usuarios del sistema eléctrico nacional. Luego de establecer una línea base, se estableció que durante los siete años que dura el contrato, se tienen que reducir las pérdidas en 17 puntos porcentuales, y elevar el recaudo a un 98%. Al momento las pérdidas se han logrado reducir en un 4,05%, lo que le significó al Estado hondureño un ingreso adicional de USD $37MM, equivalentes en energía recuperada a 204.64 GWh.

Esta segunda parte del negocio funciona con una inversión anticipada de parte de la EEH en proyectos que reduzcan las pérdidas de energía, y una vez el Gobierno compruebe que ésta se redujo, el Gobierno tiene la obligación de retornarles la inversión.

Los resultados, según García, son halagadores, durante el primer año se ha logrado reducir la frecuencia de los apagones en Honduras a la mitad, y bajar la duración de los mismos de un promedio de 4,32 horas a 1,37 horas en lo que va de este segundo año de contrato en vigencia.

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