Por Leonel Ibarra - estrategiaynegocios.net
Los malos resultados de los principales indicadores económicos de El Salvador en los últimos meses han encendido una alerta de preocupación entre los sectores empresariales del país.
Las gremiales del sector más importantes coinciden en que el rumbo de la economía salvadoreña en 2023 da signos de preocupación y hacen un llamado a las autoridades gubernamentales y la academia a trabajar en conjunto para corregir el rumbo.
Así, por ejemplo, el Banco Central de Reserva (BCR) confirmó que la economía de El Salvador creció apenas 0,8 % en el primer trimestre del año, lo que es cinco veces inferior a la tasa de 4 % que registró en el mismo período de 2022.
De igual manera, el BCR reporta que las exportaciones han caído 7,5 %y las importaciones han bajado 8,6 % a junio.
Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio y la Industria de El Salvador, destaca que el único indicador que ha subido es el de las remesas, pero “es muy preocupante que el monto ya supera a las exportaciones” y que “hay menos empleo en el sector industria, que ha perdido cerca de 10.000 empleos”.
“Es momento de hacer una pausa, un replanteamiento y decir en qué vamos a ser competitivos, cuál es la apuesta estratégica del país porque ahorita definitivamente no vamos por buen camino. Hay tres elementos básicos que se deben tener definidos: lo fundamental es el Estados de Derecho, las leyes; luego la estrategia del país en qué va a ser los mejores para vender; y lo tercero es lo táctico”, indica Hasbún.
Similar opinión tiene Karla Domínguez, gerente de inteligencia industrial de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), quien asegura que el sector “ha percibido esa contracción que vive el entorno mundial”.
En 2022 la producción industrial presentó una reducción de 0,5 % comparada al 2021, mientras que la producción total fue de 2,6 %, “una reducción notable”, considera Domínguez, comparada con las tasas presentadas en el año de la recuperación 2021 (14,3 %).
Además, esta situación continuó agravándose este año ya que el PIB industrial tenía una contracción de -4.5 % en el primer trimestre y las exportaciones industriales bajaron -8.3 % en valor. “Realmente nos deja en qué pensar”, señala la experta.
Por su parte, Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (CAMTEX), ha dicho recientemente que estas caídas de las exportaciones “es lo que ya se esperaban” por efecto del exceso de inventarios en Estados Unidos y se espera que esta situación “continuará igual para lo que resta del presente año”, lo que ha afectado a las empresas manufactureras que han tenido que suspender unos 2.500 empleos directos ante la falta de nuevos contratos.
“Muy probablemente, vamos a tener una disminución del 10 % por todo lo que está pasando en el mundo y también vamos a depender de lo reacomodos que todas las industrias generen al interno, pero el tema lo inventarios sigue existiendo entonces, como optimista, creo que pudiéramos llegar a tablas”, dijo en una conferencia.
La proyección del BCR de crecimiento económico para cierre de 2023 “se mantiene en el rango de 2 % a 3 %, considerando la persistencia de factores adversos en el entorno internacional”; sin embargo, se prevé que “la continuidad de la promoción del turismo hacia El Salvador, el desarrollo de proyectos estratégicos de inversión pública, la confianza de los inversionistas privados y los hogares ante la situación de seguridad en el país permitirán contrarrestar dichos efectos”.
