Claves del día

Odebrecht, un año después de que saltara el escándalo

El 19 de junio de 2015 la policía federal de Brasil arrestó a Marcelo Odebrecht en su lujosa casa de São Paulo.

2017-12-21

Por La Prensa (Panamá)

Este martes 19 de diciembre de 2017 el protagonista del mayor escándalo de corrupción de la historia de América Latina regresó a su mansión para cumplir el resto de su condena en arresto domiciliario.

Su detención fue el punto de inflexión de la investigación judicial Lava-Jato que ha acabado salpicando a más de 200 personas entre políticos y empresarios.

Hoy, hace un año, Odebrecht admitió sobornos a servidores públicos por un valor total de 788 millones de dólares, pagados entre 2001 y 2016, y repartidos en 12 países: Brasil, Angola, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela. Según el informe judicial, por estos negocios corruptos Odebrecht consiguió beneficios de 1.4 billones de dólares.

La reveladora confesión formaba parte de un acuerdo de admisión de culpa de los delitos de corrupción internacional firmada de forma simultánea con los fiscales de Brasil, Estados Unidos y Suiza. El pacto contemplaba una multa derivada de la responsabilidad civil subsidiaria de la empresa que sumó, al menos, US$2.600 millones y que debería ser pagada en los próximos 20 años a los gobiernos de esos tres países. Hasta ahora es la sanción más alta jamás impuesta a una empresa por un delito de pago de coimas en el extranjero.

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En la mayoría de los casos, la tormenta de revelaciones no se quedó ahí. Fruto de otros acuerdos de delación premiada entre las fiscalías de los países interesados y algunos funcionarios de Odebretch se han destapado más escándalos.

BRASIL

A sign of the Odebrecht SA construction conglomerate is pictured in Rio de Janeiro, Brazil, February 26, 2016. REUTERS/Ricardo Moraes


En Brasil el pagó sistemático de sobornos comenzó en 2003 y continuó hasta 2016, incluso después de que Marcelo Odebrecht hubiera sido arrestado. Según los documentos, las coimas en el país carioca ascienden a 349 millones de dólares.

El caso Odebrecht propició la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff -aunque ella no fuera acusada directamente- en 2016. También minó la popularidad del exjefe de estado Luiz Inácio Lula da Silva, que sí se ha visto envuelto en varios procesos, aunque ninguno ha acabado con condena.

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Foto: Estrategia y Negocios



PANAMá

En Panamá, el país donde Odebrecht es el principal contratista del Estado con inversiones que superan los 3 mil millones de dólares desde 2006, están procesadas 68 personas por los sobornos de la multinacional, entre ellas varios exministros y dos hijos del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), que están actualmente huidos de la Justicia.

Odebrecht ha acordado pagar al Estado de Panamá una multa de US$220 millones en 12 años por los sobornos que ha admitido haber efectuado en ese país y colaborar con la Justicia, a cambio de inmunidad para sus ejecutivos implicados.

Por su parte, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, admitió que su partido recibió dinero de Odebrecht para sus campañas electorales, pero aseguró que fueron 'donaciones, no sobornos'.

Foto: Estrategia y Negocios


VENEZUELA

El país más implicado en los pagos admitidos por la constructora fue Venezuela, donde Odebrecht desembolsó coimas de hasta US$98 millones entre 2006 y 2015 en 'pagos corruptos a funcionarios gubernamentales', según los documentos de la Justicia.

La fiscal venezolana Luisa Ortega, que reniega del chavismo y fue destituida por el Gobierno de Nicolás Maduro, acusó a altos miembros del oficialismo venezolano de estar involucrados en actos de corrupción y sobornos dentro del caso Odebrecht y aseguró tener pruebas de ello. Sin embargo, las acusaciones no han prosperado.

Foto: Estrategia y Negocios



ARGENTINA Y MéXICO

Tampoco lo han hecho en Argentina o México. La percepción mayoritaria en Argentina era ligar el caso Odebrecht con el kirchnerismo. Durante los 13 años en el poder de Néstor y Cristina Kirchner la multinacional brasileña hizo grandes negocios y, según la investigación judicial, aportó a "intermediarios" en Buenos Aires US$35 millones que le permitieron acceder a contratos por unos US$278 millones.

Sin embargo, el escándalo dio un vuelco inesperado al manchar de lleno el entorno del presidente actual, Mauricio Macri. El mes pasado, el fiscal Franco Picardi pidió un embargo de US$54 millones al primo del presidente argentino, ángelo Calcaterra, en el marco de la causa por el presunto pago de coimas a la constructora brasileña en las obras de soterramiento del tren Sarmiento.

En México, las mordidas a los funcionarios sumaron unos US$10.5 millones, y Odebrecht logró más de US$39 millones de beneficios con los contratos que aseguró como consecuencia de ellas. El escándalo de corrupción implicó directamente al presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien presuntamente recibió coimas de la empresa para su campaña electoral, según reveló una reciente investigación periodística de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). Pero de momento en el ámbito judicial no hay ninguna investigación abierta. Con todo, en México Odebrecht no podrá participar en ningún contrato público en los próximos cuatro años.

REPúBLICA DOMINICANA

En República Dominicana, donde Odebrecht pagó sobornos por un monto de US$92 millones entre 2001 y 2014 a 'funcionarios e intermediarios del Gobierno' hay varios procesos en curso. El pasado 29 de mayo de 2017 el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, imputó a 14 dominicanos -entre ellos el exministro de las carteras de Comercio y de Economía Temístocles Montás, dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PDL), actualmente en el gobierno. Diez de ellos fueron detenidos ese mismo día. La justicia de ese país solicitó a Interpol la detención del ingeniero y funcionario Bernardo Castellanos de Moya, quien se encuentra en Panamá. Así mismo se solicitó al Congreso que levante la inmunidad parlamentaria a dos senadores oficialistas y un diputado opositor.

COLOMBIA, ECUADOR Y PERú

En Colombia, la sospecha de que el caso Odebrecht salpicara directamente al actual presidente Juan Manuel Santos, ha desatado una ola de desaprobación social. Tras meses de investigación, la Fiscalía General de Colombia concluyó en junio que la constructora brasileña Odebrecht financió las campañas presidenciales de 2014 del actual mandatario, Juan Manuel Santos, y de su principal competidor, el uribista óscar Iván Zuluaga. Hasta el momento, el exviceministro de Transportes, Gabriel García Morales, ha sido el único funcionario condenado por el caso Odebrecht.

En Ecuador el escándalo ha derivado en una condena de seis años de cárcel para el actual vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien fue condenado por el delito de haber recibido 13.5 de los más de 33 millones de dólares que Odebrecht confesó haber pagado en este país. Glas fue el destinatario de las coimas mientras ejercía su cargo durante la administración del expresidente Rafael Correa (2007-2017).

En Perú, el escándalo de Odebrecht ha ido más allá y amenaza con provocar en los próximos días la destitución del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, acusado de recibir sobornos de la constructora. Según las acusaciones, siempre negadas por el presidente peruano, Odebrecht pagó cerca de cinco millones de dólares a empresas directamente vinculadas con Kuczynski, cuando este era ministro, entre 2004 y 2013. Por su parte, el expresidente peruano Alejandro Toledo se encuentra huido de la justicia tras haber sido acusado de recibir 20 millones de dólares.
Testigos

77 ejecutivos y exejecutivos de la constructora brasileña Odebrecht, más el patriarca del grupo, Emilio Odebrecht, se convirtieron en delatores.

Las investigaciones han puesto en evidencia el modus operandi que Odebrecht extendió como una plaga de corrupción en todos los países en los que efectuó obras. Para llevar a cabo los pagos corruptos el gigante de la construcción usó el Sector de Operaciones Estructuras, que según desvelaron los fiscales, era en realidad un departamento concebido para hacer pagos no registrados a empresas offshore designadas por el funcionario de turno y sus intermediarios.

Odebrecht desarrolló negocios en 26 países, de los cuales en al menos 12 implantó un modelo de corrupción que ha quedado asociado a la marca. Buena parte de la red de coimas era disfrazada y legalizada como donaciones en campañas políticas.

Los procesos judiciales continúan abiertos en la mayoría de los casos en más de una decena de países.

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