Claves del día

Ni el Carnaval de Río, ni las Olimpiadas dan dinero a Brasil

La falta de dinero se ha sentido en todos los frentes. Neguinho, el cantante de la célebre escuela Beija Flor, dijo recientemente que la escuela tuvo que 'negociar salarios' para garantizar su participación en el Carnaval.

2016-02-04

Por AFP

La idea de realizar un desfile de carnaval para celebrar los Juegos Olímpicos que arrancan en seis meses en Río de Janeiro, sugerida por la alcaldía a la escuela de samba Uniao da Ilha, parecía prometedora.
Pero la recesión económica que golpea a Brasil ha desalentado a la mayoría de los auspiciantes y el alza del dólar ha disparado el precio de los materiales importados.
A pocos días de los exuberantes desfiles que comienzan el domingo próximo, los ateliers de la ciudad de la samba están en plena efervescencia. Artesanos y costureras dan los últimos toques a los carros alegóricos y disfraces.

Un ejército de voluntarios apoya a su escuela de samba con la pasión de hinchas de fútbol por su equipo, alimentando la esperanza de que será consagrada este año "campeona del Carnaval".
En el galpón de Uniao da Ilha, donde los voluntarios se afanan por disimular la falta de dinero con lentejuelas y papel de aluminio, Luci Gonçalves, de 70 años, pega pelucas rojas y azules en los cascos dorados que vestirán los 280 percusionistas del desfile.
"Vengo para ayudar a la escuela de mi corazón. Es la escuela de mi barrio, la escuela donde aprendí a bailar samba", cuenta. Como ella, Paulo Menezes, el responsable del desfile de Uniao da Ilha, llamado "carnavalesco" en la jerga de estos festejos, apuesta a los Juegos para que su escuela sea la ganadora.

Foto: Estrategia y Negocios

"El desfile cuenta cómo se prepara Río. Los dioses salen del Olimpo para conocer la ciudad, quedan encantados y deciden quedarse aquí para siempre", revela.
"La idea es mostrar un poco de Río y de sus habitantes que se divierten, hacen deporte y son olímpicos por naturaleza", añade.
Todo suena muy bien, pero el director de Uniao da Ilha, Marcio André Mehry de Souza, no esconde su pena por no haber recibido ayuda especial de la alcaldía de Río ni del Comité Río-2016 pese a que la elección del tema obedece a una sugerencia del alcalde Eduardo Paes.
"Comenzamos a trabajar en junio sobre una promesa de financiación que nunca llegó", se queja, sin citar al alcalde. "La situación es difícil desde hace cuatro o cinco años. Pero este año ha sido peor porque todo el mundo está en crisis y porque el precio de los materiales aumentó", explica.
De Souza sostiene que cada desfile cuesta entre US$ millones y US$3.7 millones, y solo reciben ayuda por US$1,5 millones, una cifra que está en baja cada año.
Según este experto en carnaval, la alcaldía "solamente" ayuda con seis millones de dólares por año a las 12 escuelas que desfilan en el Sambódromo y atraen a decenas de miles de turistas a la ciudad, contra US$17 millones para el festival bianual de Rock in Río. "¡Vaya uno a saber por qué", lamenta.
La estatal petrolera Petrobras, con sede en Río, financia tradicionalmente a las 12 escuelas con US$250.000 para cada una. Pero en 2015, a causa del megafraude de corrupción descubierto en su seno, "el dinero nos fue entregado en varias cuotas, y nuestras deudas se acumulaban", cuenta.

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