Mauricio Funes, expresidente de El Salvador en el período 2009-2014, cuenta con apoyo total del partido que lo llevó a la presidencia, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en su nueva condición de asilado político.
Medardo González, secretario general del FMLN, confirmó esta mañana que el mismo partido le pidió quedarse en Nicaragua. "Nosotros le dijimos: ‘Mauricio, te pueden capturar y puede haber un proceso de condenarte políticamente y humillarte’', dijo el también diputado en la entrevista matutina del Canal 12.
La Fiscalía General de la República de El Salvador (FGR) tiene en la mira los movimientos financieros del expresidente y de los miembros de sus círculos familiares y sociales más cercanos. La investigación sobre Funes es de tipo patrimonial, el experiodista está bajo sospecha de haber cometido cinco delitos durante su gestión.
Las cuentas bancarias de Funes han sido congeladas, asimismo se han hecho allanamientos en viviendas propiedad del empresario Miguel Menéndez, el cual fue funcionario público durante la gestión y que se habría beneficiado de su relación recibiendo millonarios contratos en contratos de seguridad privada.
El secretario general del FMLN ha matizado su discurso en torno a Funes en los últimos días, pasó de criticar abiertamente el ostentoso estilo de vida del exmandatario, a pedir disculpas por esas declaraciones y ahora asegura que cuenta con el total apoyo del partido.
'Creemos que ha habido causas suficientes para que el ciudadano expresidente haya tomado la decisión de pedir asilo en Nicaragua', dijo el político hoy en televisión y agregó que hay 'odio' y 'sentimientos de venganza' contra el expresidente y señaló al derechista partido ARENA de estar tras Funes.
Sin embargo, González dejó entrever que el exmandatario no es un perseguido político como ocurrió en las dictaduras durante las décadas de 1970 y 1980.
Las declaraciones han provocado una avalancha de comentarios particularmente en la red social Twitter donde hay un creciente rechazo a la postura del exmandatario, quien inicialmente negó que estaba en Nicaragua para pedir asilo. Funes, mediante sus cuentas en Facebook y Twitter, aseguró que estaba por una consultoría, postura que enfatizó luego de que el fiscal general Douglas Meléndez adelantara que ten{ian conocimiento del pedido ante el gobierno nicaragüense.
El gobierno de Daniel Ortega otorgó asilo político al expresidente de El Salvador, Mauricio Funes, y a cuatro de sus familiares de forma exprés. Funes se declaró perseguido político por la "derecha oligárquica" de su país, luego que se abriera un proceso de investigación por supuesto enriquecimiento ilícito durante su paso por la Presidencia (2009-2014).
Sin embargo, un diputado de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), así como dos exfuncionarios nicaragüenses criticaron la decisión por considerar que le da una imagen negativa al país.
El gobierno salvadoreño, dirigido por el presidente Salvador Sánchez Cerén, descartó que Funes sea perseguido por esta administración. Cerén fue además vicepresidente durante la administración Funes y de igual forma se mantienen en el ejecutivo varios funcionarios que iniciaron su labor con el primer presidente del FMLN.
"él debe tener los fundamentos para poderse sentir perseguido, no por este gobierno, sino por otros actores", dijo ayer el portavoz oficial Eugenio Chicas.
Chicas aseguró en rueda de prensa que "no le corresponde" a Sánchez Cerén "apoyar o no" la decisión de solicitar el amparo de Nicaragua y los argumentos utilizados por Funes.
"Las razones que él argumenta tener para sentirse perseguido solo él las puede emplear" y pedir el asilo "es una prerrogativa que no necesitaba consultárnosla (al Gobierno)", aseguró Chicas.
Asilo político oficial
El asilo político fue oficializado por Nicaragua a través de la resolución ministerial número 073-2016, publicada este martes en La Gaceta, Diario Oficial.
La Gaceta detalla que "Carlos Mauricio Funes Cartagena presentó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua solicitud de asilo político para él y su núcleo familiar, integrado por Ada Mitchell Guzmán Siguenza, Carlos Mauricio Funes Velasco, Diego Roberto Funes Cañas (también investigado) y Mauricio Alejandro Funes Guzmán".
Funes Cañas es hijo del expresidente y también enfrenta una demanda civil por presunto enriquecimiento ilícito por la compra de ocho vehículos por un monto total de US$118.600.
La Fiscalía salvadoreña ha indicado que Funes Cañas, un estudiante de 23 años, no ha justificado los ingresos para realizar esas compras.
Mientras tanto, el exmandatario Funes es acusado de no haber podido justificar transacciones personales por más de US$600.000. Según un reporte de la Sala de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, durante su período de gobierno logró, entre otras cosas, cancelar una deuda personal de más de US$200.000 y aun así ahorrar US$150.000.
En Nicaragua, Ortega consideró como argumento para el asilo "que la Constitución Política de la República de Nicaragua asegura el asilo para los perseguidos políticos, amparando a los perseguidos por luchar en pro de la democracia, la paz, la justicia y los derechos humanos, estableciendo que la ley determinará la condición de asilado o refugiado político, de acuerdo con los convenios internacionales ratificados por Nicaragua", según detalla la resolución ministerial en La Gaceta.
La versión de Funes es que no pidió asilo para huir de la Justicia, sino para protegerse. "El asilo solo busca garantizar protección frente a la persecución. No he renunciado a enfrentar el proceso judicial ni a probar mi inocencia", manifestó en otro tuit, también publicado ayer.
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, el diputado sandinista Jacinto Suárez, defendió el asilo político a Mauricio Funes, diciendo que el expresidente eligió a Nicaragua porque "aquí se siente seguro".
"Entiendo que el caso de Funes es una persecución política, no podemos leerlo de otra manera", respondió el diputado Suárez al diario La Prensa. Carlos Ascencio, embajador de El Salvador en Managua, se negó a responder preguntas de los medios de comunicación sobre el asilo que otorgó el gobierno de Daniel Ortega al expresidente Mauricio Funes.
Ascensio fue director de la Policía Nacional Civil durante la administración Funes.
Con información de La Prensa
