A Xavier Vargas le gusta imprimir un estilo ágil a su gestión. Esa es justamente una de las principales transformaciones que está haciendo desde su posición como CEO de Cargill en Centroamérica.
Dirigir una multinacional le da acceso a una serie de recursos y tecnología de avanzada en el negocio. A pesar de ello, las firmas internacionales se caracterizan por tener más procesos y niveles jerárquicos, en comparación con las empresas locales. "Necesitábamos tomar decisiones más rápido", determinó cuando se hizo cargo de la operación en la región.
La llegada del COVID-19 redobló ese desafío y Vargas lo tomó. "Cambiamos modelos del negocio, tenemos rutas que han cerrado supermercados y de la noche a la mañana nos pusimos a atender en las casas", asegura. La pandemia "Nos ratificó la importancia de tomar decisiones ágiles, no había tiempo para detenerse, teníamos que reinven- tarnos todos los días", relata.
En este contexto, Vargas enfatizó la importancia de innovar a través de productos diferentes, aprovecharon un crecimiento en el rubro de embutidos; y en la forma cómo servían a sus clientes, ya que robustecieron canales como rutas directas y se desarrolló el de comercio elec- trónico y aplicaciones móviles. La innovación juega un papel esencial en la visión de Vargas. "Hemos mejorado muchísimo en innovación... tenemos muchos más productos y servicios, y nuestro porcentaje del mercado está mejorando", celebra. A pesar de ello, todavía se siente "insatisfecho" con el nivel de innovación y quiere ir por más.
El alto ejecutivo nicaragüense quiere orientar a Cargill a ser comercialmente más agresiva en la región. "Antes estábamos más enfocados en la cuestión operativa, en las plantas, hoy somos una compañía que en lugar de empujarla nosotros, la está jalando el consumidor". Ya transitado los momentos más duros de la pandemia, siempre con las personas como prioridad y con el modelo de negocio afinado y generando buenos resultados, Cargill está listo para crecer.
Agenda de crecimiento
En su visión de liderazgo, hace suyo el reto de ampliar la presencia de Cargill en toda la región y hacia más productos, un crecimiento de "nuevas geografías y nuevas proteínas". "Tenemos países en donde estamos subinvertidos como El Salvador y Guatemala y queremos crecer", declara. Además, le interesa Panamá.De momento, en el mercado guatemalteco solo compiten con embutidos y desean ingresar con pollo; en El Salvador quisieran ingresar con ambos productos. Cargill saborea una posición fuerte del mercado en Nicaragua, Honduras y Costa Rica, sobre todo en pollo y embutidos. Vargas adelanta que planean expandirse hacia otras proteínas, tales como res, cerdo, mariscos y huevos. "Queremos ser una solución de multiproteínas en toda Centroamérica", se plantea como visión.
