Por revistaeyn.com
Trabajar de forma más inteligente, no más dura, ha sido el mantra de los consultores de gestión durante décadas. Pero, ¿y si simplemente se trabaja menos? Cada vez hay más pruebas de que abandonar la semana laboral convencional es beneficioso tanto para los empresarios como para los empleados.
En Valencia, la tercera ciudad más grande de España, un programa piloto probó una semana laboral de cuatro días programando los días festivos locales en cuatro lunes consecutivos a lo largo de abril y mayo de 2023.
La nueva semana laboral temporal afectó a unos 360.000 trabajadores, que aprovecharon el tiempo de inactividad adicional para realizar actividades deportivas, relajarse y preparar comidas, según una comisión independiente de expertos en salud y ciencia encargada de evaluar el impacto del programa.
Los resultados mostraron que las personas que participaron en el programa tenían un estado de salud autopercibido más alto, menores niveles de estrés, estaban menos cansadas y se sentían más felices y satisfechas personalmente.
La disminución de los desplazamientos al trabajo también supuso una reducción de las emisiones de dióxido de nitrógeno y una mejora de la calidad del aire.
Y, en otro estudio realizado en 2022 -uno de los mayores ensayos realizados en un solo país hasta la fecha en el Reino Unido, en el que participaron 73 empresas y 3.300 empleados-, los resultados fueron similares: cuatro días de trabajo por cinco días de sueldo beneficiaron tanto a empresarios como a trabajadores.
Casi la mitad de los encuestados afirmaron que la productividad mejoró ligera o significativamente, y el 86 % declaró que era muy probable que siguieran con una semana laboral de cuatro días después del estudio.
En pocas palabras, trabajar cuatro días en una semana en vez de cinco significaba que las personas hacían más en menos tiempo. En 2019, Microsoft Japón introdujo una semana laboral de cuatro días e informó de un aumento del 40 % en la productividad.
