*Por Juan Soprano - VP Managing Director R/GA SS LATAM
Decir que el cambio se ha convertido en la única constante no es ninguna revelación, y sumar esta volatilidad a las variables de negocio no lo hace mucho más sencillo de gestionar. De hecho, seguimos planificando anualmente aunque sabemos que, probablemente, las estrategias cambien de rumbo antes de terminar el año.
Sin embargo, tener en cuenta algunos de los temas que estarán en la agenda de los equipos de liderazgo en 2023, puede ayudarlos a estar más preparados y contar con las herramientas necesarias para afrontar lo inesperado.
Si bien este año la pandemia parece haber quedado atrás, seguiremos profundizando en algunos de los cambios que nos dejó la digitalización acelerada de este último período.
Liderar para el cambio en un mundo híbrido
En poco tiempo, los managers de todas las compañías han pasado de un liderazgo 100% presencial, a uno remoto o en su defecto híbrido. Este cambio los ha obligado a reconfigurar su rol y adquirir nuevas habilidades y herramientas que, si bien siempre fueron necesarias, se convirtieron en un pilar fundamental de la gestión de equipos frente a la falta de interacciones presenciales y dinámicas de oficina.
Estos atributos de liderazgo ganarán aún más relevancia en 2023 ante un contexto de creciente inestabilidad. La situación político-económica en América Latina, enmarcada por un escenario global de inflación y en algunos casos expectativas de recesión, demanda a las empresas una capacidad de adaptación mayor y una estructura resiliente a las fluctuaciones del mercado y las demandas del negocio.
Este entorno dinámico precisa de líderes que puedan guiar a sus equipos y transmitir certidumbre y consistencia. Para lograrlo, son esenciales las relaciones basadas en la confianza y la transparencia que permitan contener y potenciar la productividad y el desarrollo del talento. Los líderes necesitarán saber cómo abordar la comunicación e implementación de cambios que impacten en la organización, abordándolos como una oportunidad, en lugar de una amenaza.
Propiciar más espacios de encuentro en el que los equipos puedan hacer preguntas y sentirse acompañados, requerirá de líderes dispuestos a intervenir y ejercer un liderazgo activo para apoyar, dar contexto y transmitir claridad.
Una oferta laboral globalizada
La pandemia nos permitió dejar de pensar en la contratación de talento en base a una distancia geográfica entre hogar y oficina, para expandir los límites y buscar a esas personas que necesitamos para nuestros proyectos en otras ciudades o, por qué no, países.
Esta práctica ayudó a las personas a ganar flexibilidad y tomar decisiones respecto a su movilidad y localización, independientemente de dónde estuviera ubicado su trabajo.
Pero además de abrir nuevas oportunidades, este paradigma presenta importantes desafíos.
Poder buscar talento en cualquier parte demanda la definición de nuevos procesos y políticas, lineamientos claros y transparentes que permitan hacer la contratación fluida y efectiva. A su vez, requiere de un equipo de recruiting capacitado, con conocimiento sobre los distintos mercados y los aspectos necesarios para hacer una oferta atractiva, así como profesionales de gestión de Talento creativos que puedan diseñar experiencias que permitan retener a los colaboradores más allá de lo remunerativo, en función de beneficios que sean de valor para los roles en cada país.
Al mismo tiempo, los líderes deberán estar preparados, no solo para gestionar equipos y potenciar su desarrollo en un entorno híbrido e incierto como mencionamos, sino también para promover la colaboración y construir una cultura corporativa que integre las diversidades culturales y los factores externos que atraviesan a cada persona.
Potenciar el negocio a través de la data y las nuevas tecnologías
En 2023, las tecnologías de IA serán aún más accesibles gracias al desarrollo de plataformas fáciles de usar que no requerirán de las habilidades de profesionales en programación. Esto simplificará su aplicación e integración con los procesos de negocio.
Herramientas como DALL-E 2 o GTP-3 encontrarán su espacio tanto en tareas rutinarias como en dinámicas creativas, lo que ayudará a agilizar su resolución y ganar eficiencia permitiendo ahorrar tiempo y costos. A medida que las empresas comiencen a invertir en estas tecnologías, veremos con mayor claridad cuáles son las oportunidades que se habilitan con su implementación y cómo se irán perfeccionando a partir del uso y sus interacciones con las personas.
Al mismo tiempo, la data seguirá ganando protagonismo en los procesos de toma de decisión de las compañías, que necesitarán contar con información certera para detectar tendencias y validar o refutar preconceptos. Sobre todo en un entorno de cambio, este input será fundamental para la definición de pasos concretos que tengan un impacto positivo en el negocio.
