Empresas & Management

Mujeres en juntas directivas aumentan 44 % los ingresos: Women Economic Forum

Durante tres días se debate en Cartagena la participación de las mujeres en la economía a nivel latinoamericano. Las brechas en distintos frentes siguen siendo un reto.

2019-08-04

Por El Espectador


Gabriela Ramos, directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirma que en América Latina la participación de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo de un 50 % (1 de cada 2), mientras que la de los hombres es de 75% (3 de cada 4).

Esto es una barrera para la independencia económica, así como para el crecimiento del PIB. "Cerrar la brecha de género podría incrementar el PIB un 35 % en promedio", dice un informe de la saliente directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.

Según la ejecutiva, Colombia, Brasil y Argentina han hecho avances importantes en la participación de las mujeres, pero la brecha salarial -que las mujeres ganen menos que los hombres desempeñando la misma función- sigue siendo una injusticia inexplicable, sumado a las más de cinco horas diarias que ellas dedican en promedio al trabajo del hogar y cuidado de los hijos (tiempo que no se puede dedicar a descansar o hacer trabajos que la sociedad sí reconoce con salarios). Los hombres solo pasan dos horas haciendo tales labores.

Lo anterior sucede en el marco del Women Economic Forum, que por primera vez se realiza en Colombia, hasta este 3 de agosto en Cartagena. Sus anteriores versiones, más de veinte, han tenido como sede Nueva Delhi, India.

A Colombia, en donde las cifras del último censo del Dane dicen que el 51,2 % de la población es femenina, este foro llegó gracias al trabajo de Nadia Fernanda Sánchez, presidenta de She Is Foundation, quien luego de varias reuniones y mostrando el desempeño de las mujeres colombianas logró que la fundadora del foro, Harbeen Arora, decidiera hacer la versión en Cartagena. "Esta reunión es para que mejoremos las prácticas, construyamos región y avancemos en lo positivo", aseguró Sánchez.

Ha habido paneles sobre nuevos proyectos financieros, como la emisión del primer bono social de género en América Latina por US$50 millones en Panamá, que estará disponible a partir del próximo 6 de agosto, dirigido a la ampliación en el acceso a financiamiento para las pequeñas y medianas empresas lideradas por panameñas.

Se habla de oportunidades y de los negocios de las mujeres, en los que los hombres también son piezas claves. En medio de sonrisas, Aimmé Sentmat de Grimaldo, presidenta de Banistmo, sostiene que su mano derecha es un hombre en los procesos y negocios que adelantan en Panamá. En definitiva, no es una lucha de géneros, sino un proceso de cambio y transformación en el que todos aportan y participan.

Rafael de la Cruz, del Banco Interamericano de desarrollo (BID) manifestó el inmenso potencial que tienen las mujeres y que no se está aprovechando. En los años sesenta solo el 20 % de las mujeres trabajaban. Este año en América Latina se ha llegado a un 66 %. El representante afirmó: "Si la gran mayoría de las mujeres trabajaran, el producto interno bruto crecería en un 35 %. Ese es el inmenso potencial que tienen las mujeres".

El funcionario del BID fue más allá y se refirió a las mujeres que tienen un puesto de alto nivel en empresas latinoamericanas que cotizan en la bolsa. "Cuando hay una o más mujeres en la junta directiva de las empresas, los ingresos per cápita son 44% más altos". La premisa es que la diversidad genera distintos puntos de vista, innovación. Sostiene que solo hay un 8,5 % de mujeres con cargos directivos.

Gabriela Ramos, de la OCDE, concluyó que "cuando tienes esos grupos de hombres que se reafirman a sí mismos en sus ideas, ¿qué pasa? Pasan cosas como la crisis financiera del 2008, el efecto manada, todo mundo se sigue y no hay una voz que guíe, por eso es importante la diversidad".

Harbeen Arora, por su parte, le dijo a El Espectador que "este es un evento de inspiración". Arora tiene en su frente el tradicional bindi, su vestido de color amarillo llamado sari, y cuenta que se ha vestido así por la espiritualidad y la naturaleza. "Todas debemos celebrar nuestra feminidad todos los días, sacar todo lo que tenemos por dentro y mostrarlo físicamente", comenta mientras en risas dice que las mujeres no necesitan parecerse a los hombres para tener igualdad.

Consultada por las mujeres colombianas, y en particular por las líderes asesinadas en el país, afirmó: "Los retos a veces son más grandes que la misma energía que tenemos y queremos dejarlo todo, pero ahí es donde la hermandad es clave para continuar adelante y no desfallecer a pesar de todo lo que suceda", y dice, mientras termina la entrevista, "soy una feminista completa".

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