Empresas & Management

La pandemia del COVID-19 también modificó los hábitos de higiene

Las restricciones a la movilidad por las cuarentenas alteraron los patrones de consumo, por ejemplo, llevó a extender el uso de los pañales desechables, para el caso de los infantes, y de las toallas sanitarias en el de las mujeres.

2022-11-23

Por Gabriela Melara – estrategiaynegocios.net

Los encierros provocados por la pandemia del COVID-19 empujaron a los consumidores a cambiar sus hábitos de compra y de consumo, pero también los de higiene.

Aunque ya pasaron meses desde que se levantaron las restricciones, hubo retrocesos en materia sanitaria los cuales son vistos con preocupación por algunos actores privados.

Puede leer: Kimberly-Clark innova uno de los productos de higiene femenina

Gonzalo Uribe, presidente de Kimberly-Clark Latinoamérica, explicó a Estrategia & Negocios que el encierro llevó a extender el uso de pañales desechables, para el caso de los infantes, y de las toallas sanitarias en el de las mujeres.

“El hecho del encierro en casa y que no estuvimos participando de la vida exterior cambió la frecuencia y el uso de muchos productos, entre ellos algunos de nuestras categorías, entre ellos, los pañales y toallas sanitarias”, indicó.

“Los bebés estuvieron más tiempo con un pañal porque estaban en casa, no tenían el acceso a su jardín de infancia, a su colegio o a salidas como la casa de sus abuelos, entonces, hubo una pérdida de frecuencia de uso de pañales durante ese periodo de la pandemia”, agregó Uribe.

En el caso de las mujeres, la empresa observó que hubo períodos más largos para el cambio de los productos que se usan para la menstruación, aunque reporta que esta demanda tiende a normalizarse.

Kimberly-Clark, uno de los referentes globales en productos de higiene, ha volcado sus esfuerzos en reforzar el valor de la educación sobre el uso de sus productos y la importancia de cambiar con frecuencia aquellos que están relacionados a la protección de zonas íntimas.

Carencias en Latinoamérica

Kimberly-Clark incluye en su estrategia diversos programas de educación en materia sanitaria. Uno de los más icónicos es “Baños cambian Vidas” en el que participa con las ONG Water For People y Plan International.

”Cada año mueren miles de niños a causa de enfermedades prevenibles transmitidas por el agua”, comentó Mark Duey, Co-CEO de Water For People, quien destacó el rol de Kimberly-Clark en saneamiento e higiene en América Latina.

La compañía pretende sumar a alrededor de 1 millón de personas entre 2022 y 2023 e invertir más de US$2 millones para que más personas tengan un baño digno.

Baños cambian Vidas tiene como meta impactar a más de 10 millones de personas en la región para 2030 y pone en relieve las barreras en el acceso al agua potable e incluso a un sanitario, una cifra importante que pone en relieve las necesidades de más de 80 millones de personas en América Latina no tienen acceso al saneamiento básico.

“Baños cambian Vidas surgió en Bolivia, en 2015, cuando se creó el Día Mundial del Baño y comenzó como un experimento muy pequeño con muy pocos recursos liderados por personas que realmente creen en este impacto social y ha ido creciendo en los últimos siete años de manera significativa”, destacó Uribe.

De interés: Kimberly-Clark invierte US$18 millones en su planta en El Salvador

Rebeca Gutiérrez, de Santa Cruz del Quiché, valoró que, a falta de un sanitario, los niños a veces se enfrentan a la necesidad de ir detrás de las aulas para hacer sus necesidades fisiológicas, pues las letrinas estaban con agua acumulada y no son seguras para ellos.

Baños Cambian Vidas ha beneficiado a comunidades en nueve países; gracias a la asociación de las ONG Plan International en Colombia, Ecuador, Brasil y El Salvador, y Water For People en Bolivia, Perú, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Apoyos en marcha

Junto con el impacto que tienen con Baños cambian Vidas, Kimberly-Clark cuenta con otras iniciativas que tienen como objetivo dignificar la vida de las personas.

Con la marca enfocada en menores, Huggies, ha invertido US$7 millones en los últimos cinco años, con los cuales ha impactado casi tres millones de menores con su programa “Un abrazo para cada bebé”.

Además, ha logrado empoderar a más de 500.000 adolescentes en la región. Con su programa “She Can (Ella puede)” de Kotex, con el que derriban el estigma social que hay entorno a la menstruación. “Les ayudamos a normalizar la menstruación y tengan acceso a educación y progreso”, puntualizó Uribe.

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE