Por revistaeyn.com
El empresariado hondureño rinde tributo a Napoleón Juan Larach Jamis, quien falleció a sus 99 años edad. Era el último gran banquero de Honduras y su legado es único.
Será recordado por su enfoque decido ante el trabajo, la superación y tenacidad.
"Destacado empresario, reconocido por su profundo amor y compromiso con el desarrollo de Honduras", así lo describe el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP).
Por su parte, el presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores, Mario Canahuati, expresó que lamentaba la muerte del "líder empresarial ejemplar y amigo entrañable".
"Nos unimos al pesar de la familia de Napoleón Larach, amigo de muchos años y líder del sector privado. Resignación cristiana a sus familiares y amigos ", escribió en su cuenta de X, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
El sector empresarial resaltó en él su don de responsabilidad, transparencia, arduo trabajo, innovación, pero sobre todo compromiso por Honduras. Su muerte genera reacciones en todos los ámbitos del país.
Durante su vida, Don Napo, como lo llamaban sus cercanos, soñó con una mejor Honduras y parte de su trabajo estuvo encaminado hacia ese objetivo.
Napoleón Larach fue presidente del Grupo Larach, que tiene inversiones en el comercio, turismo, industria y generación de energía tanto renovable como térmica; también fue director fundador del Grupo Financiero Banpaís.
Su trayectoria empresarial y su altruismo es trascendental al ser también fundador de la Universidad de San Pedro Sula y la Universidad Católica. Se identificó a lo largo del tiempo por su apoyo y solidaridad con diferentes entidades de carácter social.
Don Napo recibió diversos reconocimientos, entre ellos El Forjador de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés y también del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
En el ámbito privado, fue un hombre muy hogareño y amoroso con su familia. Se casó con Julia de Larach, con quien procreo seis hijos: Carlos, Mireya, Gina, Alejandro, Luis y Gabriel. Fue además un abuelo ejemplar, respetado y querido y un bisabuelo amoroso y juguetón.
El empresario nació un 11 de septiembre de 1924, en San Pedro Sula. Hijo de Emilia Jamis y Juan D. Larach.
