Por José A. Barrera – Revista Estrategia & Negocios
Según el análisis de EY, en las megatendencias para 2023, “se avecinan meses de cambios y de incertidumbres. Pero también de consolidación de las transformaciones en marcha y de nuevos retos que configurarán el largo plazo”. Por ello, conviene conocer y reflexionar a fondo sobre el futuro más inmediato y anticiparse a los cambios. Este panorama influye en el desarrollo de los planes de educación ejecutiva que ahora apuntan a un nuevo tipo de liderazgo que se ha venido perfilando en el último lustro en un contexto más globalizado y conectado.
Según “The CEO Imperative: Prepararse ahora para la nueva era de la globalización”, la disrupción del mercado aceleró la transformación y ha obligado a los CEO´s a reimaginar sus modelos de negocios. “Los líderes empresariales que se enfoquen en situar a las personas en el centro de todo lo que hacen, en desplegar la tecnología a gran velocidad e innovar a gran escala harán algo más que liderar”. En ese cambiante y desafiante entorno, la educación ejecutiva de la región se sigue reinventando.
¿Cómo está respondiendo la formación ejecutiva de la región a esta era de cambios?
Juan Pablo Torres, PhD (Warwick University) Vicedecano, Profesor Asociado en Disrupción Tecnológica de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, destaca que hoy en día el propósito de transformación de la universidad es invitar a todos sus estudiantes y colaboradores a reimaginar permanentemente sus negocios para resolver los grandes desafíos del mundo, especialmente ligados al cambio climático, la disrupción tecnológica y la sociedad.
Por su parte, Ramón Zúñiga, gerente de Mercadeo de UNITEC, explica que la entidad ha renovado la oferta para adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado y a la demanda de habilidades relevantes.
“La estrategia se ha orientado hacia la implementación de programas más actualizados y enfocados en nuevas tecnologías, innovación y liderazgo empresarial. Se han establecido alianzas con empresas y organizaciones líderes para desarrollar programas que aborden las necesidades específicas de la industria, que formen equipos ágiles capaces de responder de forma efectiva a su entorno, y programas que promuevan la empleabilidad de sus graduados”, explicó.
NUEVAS HERRAMIENTAS, NUEVOS RETOS
Según un análisis de la UNESCO, herramientas como la Inteligencia Artificial (IA) generan nuevas soluciones en el aprendizaje y la enseñanza y añade: “estas soluciones necesitan infraestructuras avanzadas y un ecosistema de innovadores dinámicos”.
Se calcula que la aplicación ChatGPT tiene más de 100 millones de usuarios en todo el mundo y es, según muchos baremos, la aplicación digital de más rápida difusión de todos los tiempos, superando el vertiginoso crecimiento de aplicaciones de redes sociales, como Instagram, Snapchat y otras.
La UNESCO ha aconsejado a las escuelas y universidades que se vuelvan proactivas a la hora de orientar y ayudar a educandos y docentes a comprender mejor estas tecnologías y las implicaciones de su utilización.
“Las instituciones educativas necesitan un planteamiento ágil e iterativo, o estarán siempre intentando ponerse al día debido al ritmo incesante de las innovaciones tecnológicas”, valoró Sobhi Tawil, director de la UNESCO para el Futuro del Aprendizaje y la Innovación.
La Inteligencia Artificial como la realidad virtual están avanzando a gran velocidad, sin embargo, hace apenas unos años estos términos solo eran asociados a literatura de ciencia ficción. La realidad es otra.
Sergio Méndez, director general de Panamerican Business School, sostiene que uno de los retos de los ejecutivos para mantenerse competitivos en el mercado laboral es lograr identificar cuando tienen que entrar en un proceso de reinvención y actualización profesional. “Hoy se habla de que todos los ejecutivos en puestos de toma de decisiones tienen que estar preparándose de forma permanente”, dijo.
REINVENTAR Y RESETEAR
Hay coincidencia entre expertos de diferentes ámbitos en que si el futuro siempre fue incierto, la pandemia del COVID-19 lo hizo aun más. Entre los cambios que llegaron para quedarse está el de la concepción del trabajo, de la profesión. Las cuestiones personales que empezaron a ganar peso en la vida laboral profundizó la necesidad de habilidades blandas de los líderes, de los responsables de la organización y, en paralelo, se suma la aceleración de la tecnología que requiere perfiles preparados para gestionarla.
No se trata, dicen los expertos en mentoreo profesional, de “repensar el futuro” sino de “repensar el presente” porque los cambios y las necesidades que generan operan ya.
Conceptos como los de reinventar y resetear son moneda corriente en las empresas que se encuentran con brechas entre las competencias y habilidades que requieren para competir y las que, efectivamente, tiene su plantel.
Para acercarse más a la demanda existente, para aumentar la empleabilidad, los perfiles profesionales deben adaptar habilidades para continuar en sus puestos (upskilling) o directamente aprender nuevas para hacer algo diferente (reskilling). En todo el mundo son millones de personas las que integran la fuerza laboral que requierede una recalificación.
Una tendencia dominante es la de las “microcredenciales” resultado de cursos cortos y costos relativamente bajos que capacitan en determinadas habilidades. Ese es un segmento que cobró auge con la pandemia. En todo el mundo, tanto el sector privado como los gobiernos impulsan estas formaciones específicas. No es que no existieran antes. Hace años son habituales en el área tecnológica; las ofrecen firmas como Microsoft, IBM u Oracle, ahora se han extendido.
Marianella Hernández, mentora en Personal Branding y formadora y asesora senior de estrategia comercial, admite que ese universo requiere de un “ordenamiento” para que ayude a su reconocimiento global. No duda en señalar que la actualización permanente de conocimientos es crucial, como lo es el “compartirlo y generar comunidades”.
Subraya ese aspecto porque es una convencida de que es momento de priorizar la inteligencia colectiva y la colaboración para construir capital social.
Menciona que el Foro Económico Mundial ubicó al liderazgo y a la influencia social como una de las habilidades con mayor crecimiento de demanda para 2025. Lo hizo en el 2020 y los tiempos se aceleraron, pero los líderes no se hacen de un día para el otro ni aparecen con recetas “mágicas” para resolver problemas. En general, tienen experiencia, llevan años creando y gestionando proyectos, pero tienen en claro que siempre hay un espacio para mejorar.
Un trabajo de Global Alumni, una EdTech euroamericana que trabaja con las mejores universidades del mundo, plantea que hoy la función del líder gira en torno a dos cuestiones: debe dominar determinadas habilidades vinculadas a la comunicación (incluyen oratoria, tolerancia ante los errores, empatía, por ejemplo) y concienciarse de que es una figura de referencia, “por lo que debe aprender a extraer lo bueno de cada persona, guiándoles en el fortalecimiento de sus áreas de mejora; solo así podrá exprimir su talento”.
Ese reporte referencia a la consultora Mind Tools que describe diferentes tipos de liderazgo empresarial, entre los que destacan el laissez faire (democrático, transaccional, transformacional y situacional) y el inclusivo e innovador. Advierte que “innovación” no es sinónimo de incorporar la tecnología más avanzada, sino de saber prever las necesidades del mercado y desarrollar productos y servicios que correspondan con la demanda.
“La inclusión es un elemento determinante para alcanzar el objetivo de innovar - define el texto. El punto de partida de todo líder innovador e inclusivo será promover e implementar un cambio cultural cuyo centro sea la innovación”.
