Por Daniel Zueras – daniel.zueras@estrategiaynegocios.net
El gigante farmacéutico alemán Bayer confía en Costa Rica. Poco a poco va sumando nuevas operaciones en el país. Hace escasas fechas anunciaba una inversión de US$200 millones en la construcción de la Planta Bayer Medical Alajuela, en la que fabricarán anticonceptivos reversibles de acción prolongada (LARC por sus siglas en inglés): Mirena -dispositivos intrauterinos (SIU)- y Yadel (implantes hormonales).
El propósito de la nueva planta, la primera de producción de Bayer que arranca desde cero en décadas, a nivel mundial, es centrarse en las mujeres con pocos recursos.
“Es parte de nuestro objetivo de sostenibilidad el poder llegar en 2030 a 100 millones de mujeres que están en países de ingresos bajos y medios, para que puedan tener acceso a la planificación familiar y tomar decisiones sobre su vida, que puedan tener control sobre su futuro, sobre cuál es el momento en que quieren o no tener hijos, entonces es un propósito muy especial”, explica Marcela Fernández, gerente general de Bayer en Costa Rica. El foco no es baladí, pues está dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Los productos de la planta de Costa Rica estarán destinados a los programas de organizaciones internacionales como el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que han agregado recientemente el SIU hormonal de Bayer a sus catálogos y estarán a cargo de coordinar y distribuir según las necesidades de estos.
“Estamos haciendo esfuerzos conscientes por tratar de darle oportunidad a la mujer”, aduce la gerente general.
Con un portafolio muy enfocado en soluciones para las mujeres, buscan abrirles espacios de trabajo. “Obviamente, cuando contratamos a alguien el primer factor es su talento, pero sí que estamos muy conscientes de los desafíos que tienen las mujeres y las oportunidades que necesitan para salir adelante. Tenemos algunas iniciativas de sostenibilidad también que están enfocadas en eso”, agrega.
COSTA RICA Y SU ENFOQUE SOSTENIBLE
El compromiso tico con la sostenibilidad fue fundamental a la hora de que Bayer apostara por la construcción de esta planta de 28.000 m2. En Costa Rica, la empresa cuenta además con una planta de dispositivos médicos, un centro de servicios compartidos y dos plantas dedicadas a la investigación y desarrollo en el sector agrícola, además de las oficinas centrales y la operación comercial.
En este momento, la multinacional alemana emplea a unas 1.000 personas en el país. “A nivel mundial realmente nos comprometemos mucho con la sociedad, con el ambiente” y para el corporativo es muy importante “ver que Costa Rica realmente tiene un compromiso muy similar en esa línea.
Ese compromiso con la sostenibilidad, que el 99,5 % de la energía en nuestra planta es renovable... Son cosas que nuestros superiores alemanes lo escuchan y es como ‘Wow’, eso no sucede en todo el mundo”.
Adicional, Fernández habla de que el país cuenta con mano de obra calificada “que maneja un inglés de excelente calidad, que en el caso de las plantas de manufactura puede manejar tecnología”, ubicación estratégica y la experiencia de la planta de producción de dispositivos médicos, inaugurada en 2015 (y que fue la primera planta de manufactura de Bayer en América Latina).
Algo más de la mitad de la plantilla de Bayer trabaja en el Centro de Servicios Compartidos, inaugurado en 2017 y que da soporte a todo el continente americano, con excepción de Brasil.
INNOVACIÓN & DESARROLLO
Además, cuentan con dos centros de I+D, uno en cada costa. En Cañas (zona del Pacífico), cuentan con 800 hectáreas dedicadas a la reproducción de semillas de algodón, que por las condiciones del área son muy resistentes al cambio climático.
Estas semillas se exportan a EE. UU. Aquí dan empleo a agricultoras jefas de hogar. Arrancó en 1997 y hoy da trabajo a 39 personas durante todo el año, más 250 de temporada. “Trabajamos con ellas enseñándoles a cómo también ser emprendedores y enseñándoles otro tipo de habilidades, más allá de la técnica de la que utilizan con nosotros en nuestra finca”. Bayer es el segundo mayor empleador de la localidad.
En la Estación Experimental en el Caribe (fundada en 1970), ubicada en Guácimo de Limón, realizan de 40 a 45 ensayos al año, con moléculas en fases tempranas para Global y ensayos para desarrollo local.
“Es muy bonito ver que un producto nuevo nace en Costa Rica. Las condiciones ambientales de la tierra, el clima, es lo que juega un papel importante para decidir que ese centro esté justamente aquí. Las plagas en esa finca, con todo tipo de condiciones extremas, es lo que nos permite probar las moléculas en cultivos y decir si esto funciona o no”, destacó Fernández.
En 2021, Bayer exportó desde Costa Rica 54 millones de euros, de los productos de la planta de dispositivos médicos y las semillas de algodón. Esa cifra se verá fuertemente incrementada cuando sumen los de la nueva planta, que se prevé comience a funcionar en 2024.
Marcela Fernández, además de ser la primera mujer costarricense en dirigir la operación tica, también lidera el clúster de la División Farmacéutica, que engloba a Costa Rica, Guatemala, Panamá y República Dominicana. Costa Rica conforma la mayor parte de este negocio.
“Tiene que ver con el negocio de salud femenina, que históricamente fue muy fuerte en el país y que hemos hecho crecer el acceso. También por la fortaleza de su Seguridad Social y la cobertura universal”.
APOYO A MADRES ADOLESCENTES
“Cerca de la planta de Alajuela hay un centro dedicado al cuido de madres y niñas adolescentes”, cuenta Marcela Fernández.
Es La Posada de Belén, auspiciado por la Iglesia Católica. Hay alrededor de 80 niñas, “desde 12-13 años en condiciones muy vulnerables” y en el centro reciben educación. Pueden permanecer hasta cumplir 18 años.
Bayer ha creado un proyecto donde las entrenan “para que el día de mañana puedan entrar a trabajar con nosotros” y están conversando con otras empresas de Zona Franca para que se impliquen también en el proyecto.
