Por Leonel Ibarra - estrategiaynegocios.net
La pandemia generada por COVID-19 llevó profundas consecuencias para los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) debido a que las políticas públicas implementadas no respondieron adecuadamente, afectando en todos los niveles el cumplimiento de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de la población.
Esta es parte de las conclusiones que hace una investigación elaborada por la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF, por sus siglas en inglés) denominada “Ciudadanía Social y COVID-19 en los PNCA. Una Relación Disfuncional”, la cual analizó las políticas públicas de los gobiernos y si estos respondieron a los criterios de igualdad, no discriminación, progresividad y aplicación del máximo de recursos.
Respecto a las políticas contra la pobreza implementadas en los tres países centroamericanos, se centraron en las transferencias monetarias y entrega de alimentos e insumos sanitarios lo cual “no han seguido el marco” que establecen los DESC para procurar el debido cumplimiento ya que “no estaban insertas en una estrategia global, coherente y coordinada”.
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El estudio concluye que “tampoco se registran mejoras permanentes en los programas previamente establecidos, por lo que las transferencias monetarias o en especie no enriquecieron los programas ya existentes”.
Educación
En lo relacionado con el análisis de las asignaciones presupuestarias en temas de educación, los países asignan “una proporción considerable” de entre el 15 % y el 21 % de sus presupuestos anuales, por lo que “se considera que están haciendo un esfuerzo considerable”.
Sin embargo, los tres países (Honduras, El Salvador y Guatemala) “están lejos de cumplir” con estándares de asignación presupuestaria recomendados que suele colocarse en el 6 % del PIB.
“Para alcanzar estas metas se deben buscar mayores fuentes de financiamiento. Al 2022, en los tres países este gasto proviene mayormente de ingresos corrientes, pero pueden explorarse oportunidades de obtención de fondos y de refuerzos presupuestarios mediante deuda pública o cooperación”, señala el documento.
Alivio a la pobreza
Respecto al alivio a la pobreza, y a diferencia de las asignaciones a educación y salud, El Salvador y Guatemala “carecen de un presupuesto significativo”. En el período analizado las asignaciones de estos dos países difícilmente superaron el 4 % de sus presupuestos, por lo que se concluye que existen graves carencias en la asignación financiera y existencia de programas antipobreza.
Honduras, por el contrario, marca una diferencia significativa y mantiene un programa especial de reducción de pobreza “con una buena dotación de recursos”, pero con una tendencia a decrecer en el tiempo.
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El estudio de PADF señala que la pandemia implicó un desafío inusual y enorme para los países del Trángulo Norte que “mantienen carencias históricas y déficits enormes” en DESC.
Consideran que las políticas de alivio a la pobreza “fueron insuficientes y los retrocesos en educación y las carencias en salud también fueron notables”, lo cual era de esperarse porque “ninguno” de los países evaluados contaba con “un sistema de protección social fuerte” que alcanzara a la población más vulnerable.
