Por estrategiaynegocios.net
Vacas con sus crías muertas a las orilla de los potreros. Pastos secos. Árboles deshidratados. Pozas vacías. Ese es el desolador panorama en Olanchito, Yoro, Honduras, donde cientos de ganaderos ven cómo sus animales mueren por falta de alimento a consecuencia de la grave sequía.
El equipo de LA PRENSA Premium hizo un recorrido por estas comunidades golpeadas por las altas temperaturas y la falta de lluvia, cuya consecuencia más evidente es la muerte de miles de cabezas de ganado.
Tan crítico es el escenario que en apenas dos meses la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Olanchito (Sago) contabilizaba hasta la semana pasada el deceso de 1,138 vacas. Esa cifra se liga directamente con otra estadística que despierta alarmas: la producción de leche ha bajado en un 70 %, según la Sago.
Juan José Molina, vicepresidente de la Sago, expresó que están viviendo una situación sin precedentes no solo en el municipio de Olanchito, sino que en todas las regiones afectadas por la sequía. Indicó que están sobreviviendo en las zonas de producción con la poca agua que les regalan otros ganaderos.
“Estamos sumamente preocupados porque no se sabe lo que pasará y es desalentador porque el fenómeno de El Niño están hablando que se entra en junio y nosotros venimos de seis meses de verano”, apuntó Molina. El Niño ya está presente formalmente en Honduras, según expertos.
Olanchito, pese a la situación que están viviendo, no esta entre los 85 municipios que el gobierno declaró en alerta amarilla por sequía, lo cual preocupa a los ganaderos, pues saben que no tendrán ayuda rápida.
La mortalidad del ganado se ha reportado en los sectores de Santa Bárbara, El Nance, San Jerónimo, San Lorenzo y San Dimas, ubicados en Valle Abajo.
