Pese al optimismo reinante en la economía salvadoreña tras el cambio de gobierno en junio de 2019, el índice de empleo en el sector industrial está con tendencia a la baja.
La desaceleración de las exportaciones ya se refleja en las cifras del empleo de la industria la cual cerró el tercer trimestre de 2019 con una pérdida de 5.058 plazas.
Karla Domínguez, gerente de Inteligencia de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), explicó que solo el sector textil y de la confección ha perdido 3.047 empleos.
El dato ya había sido confirmado por el análisis de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) la semana pasada donde se identificó que la economía en general ha perdido velocidad con relación a 2018.
Pedro Argumedo, Investigador Senior Estudios Económicos de Fusades, dijo a estrategiaynegocios.net que la reducción del empleo en el sector industrial coincide con la pérdida de velocidad de las exportaciones y del ritmo en general de la economía.
Al cierre del primer semestre de 2018, el ritmo de crecimiento de la industria era del 2,9%, mientras que para el mismo período de 2019 es del 0,9%.
"Aquí en este sector el problema es que nuestra agenda de atracción de inversiones no es estratégica. En Nicaragua muchas industrias tuvieron problemas y entiendo que preguntaron si se venían para acá pero fue más hábil Honduras a pesar de sus problemas en atraer más industrias", valoró el investigador.
Domínguez dijo que el sector está preocupado y consideró que El Salvador no se encuentra en la mejor posición y cree que aún hace falta alcanzar mejores condiciones de inversión extranjera directa (IED).
Rigoberto Monge, asesor económico de la ASI, valora que el país necesita atraer más inversión ya que se encuentra en una posición baja con respecto a los países de Centroamérica.
De acuerdo con el economista, hay que trabajar en un paquete que sirva para promover la IED. "Todos coincidimos que necesitamos más inversión", sentenció y sostiene que para ello es clave mejorar las condiciones de seguridad y retomar iniciativas claves para lograr encadenamientos como los logrados hace 20 años en la industria textil y de la confección.
Argumedo valora que en el marco de la guerra comercial y aumentos de aranceles entre China y EE.UU. ha hecho que muchas fábricas volteen a ver a Centroamérica y México, sin embargo cuestiona: "¿Cuántas veces hemos ido como país a tocar esas puertas para decir aquí pueden venir a instalarte y generar empleo?".
Eduardo Cáder, presidente de la ASI, añadió que hay una preocupación en el sector debido a que aún cuando se están abriendo nuevas ventanas, el crecimiento se desacelera.
Hasta octubre de 2019, el valor de las exportaciones salvadoreñas alcanzó los US$5.033,1 apenas 0,5% que los US$5.007,8 millones del mismo período de 2018.
