Centroamérica & Mundo

La empresa sin jefes

¿Se ha preguntado qué pasaría si en las empresas no hubiera jefes?, ¿cómo se tomarían las decisiones?, ¿cómo se lograría rendición de cuentas de parte de cada colaborador? o ¿hay un modelo viable que permita una estructura semejante?

2015-07-09

Por: Hugo Díaz*

Existe una propuesta que pretende dar respuesta a estas preguntas y está logrando tal interés que empresas como Zappos, el gigante de comercio electrónico adquirido por Amazon, decidió adoptar esta metodología y aplicarla a sus más de mil quinientos colaboradores.

El concepto se conoce como "Holocracia" y fue desarrollado por el emprendedor Brian Robertson, quien llama a su invento una "tecnología social" que promete revolucionar la forma como se manejan las empresas. La palabra proviene del griego "holos", y se refiere a algo que funciona como un todo, autónomo y autosuficiente. Así la organización se basa en círculos de trabajo que tiene un propósito concreto relacionado con una función o proyecto y trabajan de forma semiautónoma con autoridad para crear, implementar, ejecutar y medir resultados.

La ausencia de jefes no significa la falta de líderes responsables de llevar una visión a la realidad y reunir a un equipo de gente que los apoye. La diferencia es que dicho liderazgo no depende de un "título". Cada persona tiene una descripción de rol que es pública y es parte de uno o varios círculos. Otros miembros del círculo pueden sugerir cambios a esta descripción si lo consideran necesario para lograr los objetivos del círculo y las decisiones se deben tomar según procedimientos claramente establecidos en la "constitución" de la empresa.

El concepto va muy en línea con la filosofía de las organizaciones horizontales, sin jerarquías, donde la gente tiene un rol claro con objetivos bien definidos y se siente empoderada para tomar decisiones. Lo innovador de este concepto parecer ser el conjunto de procesos y herramientas creadas para facilitar la toma de decisiones aún en situaciones de conflicto. La clave para lograrlo está en la constitución (un documento cuidadosamente elaborado y disponible en Internet para cualquiera que desee implementar la holocracia en su empresa).

Recientemente participé en una simulación de esta metodología, en la que se plantearon varios problemas operativos y administrativos dentro de un círculo de personal relacionadas con las actividades de mercadeo. Cada persona "dueña de un proceso" tuvo lo oportunidad de plantear sus problemas y obtener soluciones de su grupo. Brian Robertson fue nuestro facilitador, demostrando como se podía resolver cada conflicto utilizando los principios escritos en la constitución.

El proceso fue claro y fácil de seguir, pero requiere acompañamiento para que todos los colaboradores se familiaricen y adapten a este nuevo sistema. Algunas personas aseguran que esta metodología es más fácil aplicable en empresas "startup" donde los empleados son usualmente más abiertos al cambio y la innovación.

Será interesante observar como progresa esta iniciativa. Lo cierto es que las jerarquías tradicionales generalmente crean burocracia innecesaria y dañina para las empresas y sus colaboradores. Las empresas que evolucionen y adopten estructuras más planas, empoderando al individuo y descentralizando el poder, tendrán mayor probabilidad de atraer al mejor talento y mantenerse relevantes.

*Director UFM Acton MBA

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