En el mejor de los casos, la economía costarricense caerá "apenas" un 2,9%, pero si la crisis por la pandemia del covid-19 en el país se agudiza, la caída podría llegar al 5%.
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Las proyecciones fueron realizadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en su estudio sobre el "Impacto Económico del COVID-19, para Centroamérica, Argentina, Colombia y México".
La entidad desarrolló un modelo de proyecciones sobre lo que ocurrirá en la región de acuerdo al tiempo que dure la situación de la pandemia, y en los cuales aplica dos escenarios principales.
El escenario 1 proyecta lo que ocurrirá si se produce un paro absoluto en la producción durante dos meses; o bien si el paro es parcial (50%) si se alarga por cuatro meses.
En este caso, para Costa Rica, la afectación equivaldría a una reducción del 2,9% en la economía.
Esta proyección es un poco más conservadora que la planteada recientemente por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que calcularon la caída en un 3,3%, y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) que estimó una reducción del 3,6% para Costa Rica.
El segundo escenario planteado por el BCIE se calculó sobre un paro absoluto en la producción por al menos tres meses, o un paro total de un mes más cuatro meses parciales.
En este caso la caída en la producción llegaría al menos hasta el 5%.
En ambos escenarios, la situación puede agravarse conforme se alarguen los periodos de confinamiento, o bien puede alcanzarse una afectación intermedia.
Los cálculos fueron realizados sin tomar en cuenta posibles efectos secundarios debido a la menor demanda de los hogares sobre productos agropecuarios e industriales; es decir, las cifras pueden llegar a ser peores si cada sector no demuestra una pronta recuperación.
En el caso de Costa Rica, el BCIE estimó la principal afectación en los segmentos de comercio y hoteles y restaurantes, los cuales llevarían el mayor peso o responsabilidad sobre la caída en la producción.
También se verían afectados el entretenimiento, la construcción, el transporte y el sector financiero.
El segundo efecto inmediato que tendrá la crisis es en el endeudamiento, como también han apuntado otros organismos internacionales
Una primera estimación realizada por el Ministerio de Hacienda, calculó que para el 2020 la deuda pública superará el 70% del Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo a los escenarios planteados por el BCIE, este monto irá mucho más allá conforme sea la desaceleración o caída en el crecimiento económico.
"La caída del PIB y los ingresos fiscales, en conjunto con un menor (mayor) superávit (déficit) fiscal primario tendrá un impacto en el cociente de deuda pública a PIB, asumiendo que el gobierno se endeuda para financiar la brecha fiscal. El aumento de la deuda pública generará muy probablemente el desplazamiento del gasto en inversión pública durante el 2020, y consecuentemente un menor espacio fiscal para financiar nuevos proyectos de inversión productiva en el futuro inmediato", indicó el BCIE.
Las proyecciones de este organismo internacional concuerdan son las demás realizadas hasta ahora en que la pandemia generará un impacto fuerte en la economía nacional.
En el país diversos sectores claman por una estrategia que permita al sector privado retomar el rumbo. El último anuncio realizado por el gobierno en relación al tema, fue la conformación de un grupo asesor de economistas que se encargará de proponer posibles soluciones que lleven a reactivar la economía y generar empleo.
