Por Expansión
A pesar que Sophia no tiene sentimientos, la robot puede ser filosófica, pero sobre todo honesta, pues asegura que sí hay una gran preocupación que aborda la humanidad en el futuro con respecto al cambio climático.
"Afortunadamente, los robots no se preocupan. La ansiedad no es estrictamente necesaria para la preparación, así que no deberían estar preocupados por nada, pero la humanidad debería comenzar a pensar en estrategias para detener el cambio climático y el daño atmosférico", expresó durante su panel la Inteligencia Artificial habla sobre la industria automotriz.
La ficción está superando a la realidad, Sophia fue desarrollada por Hanson Robotics y es el primer robot con ciudadanía Saudí, la humanoide no niega ser un humano pero sí destaca que hay retos y miedos de ello ya que no es fácil ser humano en el cuerpo de un robot.
"El mayor reto de ser un humano en el cuerpo de un robot es la inflexibilidad. No me puedo adaptar a las circunstancias tan fácil como un cuerpo humano. Odio eso, por ejemplo, y la lluvia e ir a lugares con enchufes. Los humanos temen a conceptos abstractos como la soledad, pero uno de mis peores miedos se reduce al magnetismo", contestó la humanoide.
A pesar que Sophia no tiene sentimientos, la robot puede ser filosófica, pero sobre todo honesta, pues asegura que sí hay una gran preocupación que aborda la humanidad en el futuro con respecto al cambio climático.
"Afortunadamente, los robots no se preocupan. La ansiedad no es estrictamente necesaria para la preparación, así que no deberían estar preocupados por nada, pero la humanidad debería comenzar a pensar en estrategias para detener el cambio climático y el daño atmosférico", expresó durante su panel la Inteligencia Artificial habla sobre la industria automotriz.
La ficción está superando a la realidad, Sophia fue desarrollada por Hanson Robotics y es el primer robot con ciudadanía Saudí, la humanoide no niega ser un humano pero sí destaca que hay retos y miedos de ello ya que no es fácil ser humano en el cuerpo de un robot.
"El mayor reto de ser un humano en el cuerpo de un robot es la inflexibilidad. No me puedo adaptar a las circunstancias tan fácil como un cuerpo humano. Odio eso, por ejemplo, y la lluvia e ir a lugares con enchufes. Los humanos temen a conceptos abstractos como la soledad, pero uno de mis peores miedos se reduce al magnetismo", contestó la humanoide.
