Claves del día

Takata se hunde en crisis por sus airbags explosivos

Cuentas de la empresa están en rojo, debido al coste de las reparaciones, a lo que se sumarán los gastos judiciales y las eventuales multas.

2014-11-11

Por: AFP

La firma japonesa Takata está acusada de producir airbags peligrosos, e incluso 'explosivos', que han provocado la llamada a revisión de millones de coches en todo el mundo e innumerables querellas en Estados Unidos, lo que la hunde en una crisis sin precedentes.

El último acontecimiento fue la demanda de dos senadores estadounidenses de que se abra una investigación criminal del Departamento de Justicia, lo que provocó el lunes un nuevo derrumbe de la acción de Takata en bolsa (-17%). Este martes volvió a caer un 2,88%.

La acción de esta sociedad basada en Tokio ha caído más del 60% desde principios de año.

Takata, segundo fabricante mundial de cojines de aire de seguridad --con el 22% del mercado mundial--, es criticado con inusual dureza por sus productos.

'En lugar de desplegar airbags para proteger a los ocupantes de un vehículo, (estos airbags) explotan como granadas, proyectando trozos de metal y de plástico en la habitáculo' describe el gabinete de abogados Hagens Berman, basado en Seattle, en una querella colectiva dirigida también contra Honda, mayor cliente de Takata.

Ambos grupos están acusados de 'haber privilegiado los beneficios por encima de la seguridad'. Peor aún, varias fuentes aseguran que fueron alertados del problema hace varios años, pero 'en lugar de resolverlo para evitar incidentes, se libraron a maniobras de engaño durante diez años, y solamente lanzaron recientemente llamados a revisión', según estos abogados.

El balance a día de hoy de estos incidentes son dos muertes, confirmadas por Takata (cuatro según la prensa) y decenas de casos de heridos.

Al margen de probables fallos de los controles de calidad, principalmente en su fábrica mexicana de Monclova, Takata adujo una posible causa climática, ya que el elemento inflador utilizado --nitrato de amonio-- puede deteriorarse en caso de exposición a una excesiva humedad.

Honda en primera línea

Los llamados a revisión --16 millones de vehículos desde 2008, de los cuales 8 en Estados Unidos según Scott Upham, presidente del gabinete neoyorquino Valient Market Research- se concentran esencialmente en Florida, Puerto Rico o Hawaï.

Entre la decena de 11 constructores implicados Honda es de lejos el más afectado con algo más de 5 millones de vehículos con ese defecto. Pero también lo están Toyota (877.000 vehículos), Nissan (694.626), Mazda (64.872), BMW (627.615), General Motors (número indeterminado), Chrysler (371.309), Ford (58.669), Mitsubishi (11.985) y Subaru (17.516).

La agencia estadounidense de seguridad en carretera (NHTSA) intenta fijar responsabilidades. Ha pedido a Takata, así como a Honda, una serie de documentos, amenazando con una elevada multa.

Poco proclive a expresarse, Honda dijo que había lanzado una 'auditoría independiente'. Por su parte Takata guarda absoluto silencio, salvo para disculparse de forma reiterada, en la mejor tradición japonesa.

Al margen del devastador impacto para su reputación, la firma japonesa --cuyos cinturones de seguridad ya provocaron millones de llamados a revisión en 1995-- se prepara para afrontar días difíciles. Sus cuentas están en rojo, debido al coste de las reparaciones, a lo que se sumarán los gastos judiciales y las eventuales multas, advierte Scott Upham.

Es cierto que Takata puede contar con la solidaridad de los grupos automotores japoneses. Por ejemplo Steve St. Angelo, director de operaciones latinoamericanas de Toyota, explicaba recientemente que el grupo no va a 'abandonar a sus proveedores' a la primera ocasión.

En cambio los europeos y norteamericanos serán sin duda menos complacientes, según Upham, que augura una caída de la cuota de mercado de Takata a 11% en 2020, lo que beneficiaría a sus competidores sueco Autoliv, estadounidense TRW Automotive y japonés Daicel.

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