Un "tsunami judicial" avanza con potencia desde Brasil y amenaza con estallar escándalos de corrupción en varios países de América Latina. Entre ellos, El Salvador, inexorablemente.
Para entender esta compleja trama, que tiene en el caso salvadoreño al ex presidente Mauricio Funes en el foco de las investigaciones, hay que entender por qué y cómo el partido de los Trabajadores (PT) liderado por Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió en el "gestor de financiamiento" de gobiernos de izquierda en América Latina.
Lula da Silva y el venezolano Hugo Chávez concibieron un modelo de Latinoamérica enmarcada en un proyecto que se conoció como Socialismo del Siglo XXI. Para que este diseño se realice en países aliados era necesario contar con financiamiento que ayude a algunos partidos alineados a llegar al poder (caso FMNL en El Salvador o el Partido Nacionalista Peruano, en Perú), y a otros que contribuya a consolidar su permanencia en el poder (caso Kirchnerismo, en Argentina y Orteguismo, en Nicaragua).
Las "billeteras" disponibles para este ensayo político fueron, por un lado, los millonarios flujos de fondos de la cooperación venezolana y, por otro, la arraigada cultura del "soborno /coima /propina" que las empresas brasileñas desarrollaban en su país con la contraparte del Estado, a cambio de favores (contratos, impunidad, maniobras fraudulentas).
En este marco, el Partido de los Trabajadores (PT), liderado por Lula, se convirtió en el principal gestor de fondos para el desarrollo de campañas políticas fuera de su país. El modus operandi era similar en todos los casos: Antonio Paolocci, exministro de Finanzas y uno de los hombres fuertes del PT recibía la petición de ayuda financiera -por orden de Lula- y la gestionaba ante una de las empresas (no es la única) más comprometidas en estos mecanismos de sobornos: la constructora Odebrecht.
¿Por qué Odebrecht se prestaba a este juego? A cambio de contratos en los países donde se auxiliaba financieramente a una campaña política, o de arreglos internos que la empresa tenía con el PT, dentro del Brasil. A fin de cuentas, para Odebrecht esta práctica ya era habitual; la había ejercido antes y sin la intervención del PT.
"Hubo un tiempo que fue hemoso…". Hoy Lula podría terminar preso si su ex ministro de Finanzas y gestionador de sobornos, Antonio Paolocci, se acoge a la ley del arrepentido. Funes, asilado, aún esquiva a la Justicia.
Corrupción sistémica
Aunque el sistema parecía tener un mecanismo de relojería suiza, nada es para siempre (sobre todo cuando la corrupción se vuelve sistémica). Tres procesos explotaron por los aires este diseño:- La revelación de un informe, el 21 de diciembre de 2016, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el que se develó el pago sobornos que el grupo Odebrecht efectuó en 12 países.
- La Operación Lava Jato, la mayor operación en la lucha contra la corrupción en la historia de Brasil. Inició en julio de 2013, cuando la Policía Federal de Curibita (estado de Paraná) descubrió una operación de lavado de activos de mediano tamaño en Petrobrás que derivó en el mega escándalo denominado "Petrolao"; que continuó luego con el caso internacional Odebrecht y que sumó esta última semana el caso JBS (el cual ha puesto al borde de la dimisión al presidente Michel Temer).
- El efecto "delación premiada", o de "testigo arrepentido". Sin dudas, cuando ‘el Titanic se parte’ hay que correr a los botes para salvarse. Precisamente, esto es lo que están haciendo empresarios y políticos brasileños ya arrestados que buscan mejorar su situación ante la ley desenmascarando el entramado de corrupción del que fueron parte.
Juez Sergio Moro encabeza la Operación LavaJato en Brasil. Su firme decisión contra la corrupción es un parte aguas, que impacta a varios países de América Latina.
Punto límite
¿Podrá sobrevivir Mauricio Funes a las consecuencias de este tsunami?
Declaraciones de arrepentidos y pruebas documentales demuestran que el ex presidente del FMLN está en serios aprietos.
- El 12 de abril de este año, Alexadrino de Alencar, exdirector de Braskem, el brazo petroquímico de Odebrecht declaró que el ex ministro Paolocci (actualmente encarcelado), "pidió dinero para la campaña del presidente de El Salvador, Mauricio Funes, porque su mujer (Vanda Pignato) era una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores". El pedido habría sido por cinco millones de reales. "Yo dije que todo bien, pero que iba a descontar", dijo Alencar en referencia a un crédito que el PT tenía con Odebrecht, negociado por el propio Paolocci en 2008. Según trascendió en los últimos días, el propio Paolocci estaría decidido a entrar al esquema de "testigo protegido".
-En una declaración judicial realizada ante la Delegación Regional de Combate al Crimen Organizado de la Policía Federal del Estado de Paraná, la pareja de publicistas encargados de la campaña que llevó a la Presidencia a Funes, Joao Santana y Mónica Mouras (condenados a ocho años y cuatro meses de prisión por lavado de dinero) dieron a conocer documentación que contabiliza los R$5,3 millones (US$1,5 millón) que derivaron a las elecciones en El Salvador.
-Como la dupla Santana-Mouras triangulaban los fondos vía cuentas off shore (a nombre de la firma Shellbil) y el lavado se terminaba concretando fuera de Brasil, el Tribunal Supremo Federal de ese país se declaró el 4 de mayo pasado incompetente para actuar sobre el contenido del testimonio de Santana y Moura sobre su participación en la campaña de Funes, pero autorizó a compartir toda la información con la Fiscalía en El Salvador. Entre esa documentación figura un peritaje realizado el 5 de febrero de 2016 a la computadora de una empleada de la oficina de Operaciones Estructuradas de la empresa Odebrecht , el cual detectó un reporte contable que identifica a Paolocci como el encargado de pagar los R$ 5,3 millones para la campaña de Mauricio Funes.
Justicia… ¿para cuándo? ¿Qué viene haciendo el fiscal de El Salvador, Douglas Meléndez?
Meléndez aseguró que está colaborando con la Fiscalía de Brasil, aunque "el caso tiene reserva y que antes de junio próximo no se podrá proporcionar información concreta alrededor de toda esta investigación', indicó.Funes, que está asilado en Nicaragua, no sólo tendrá que responder sobre la oscura trama del financiamiento de la campaña que lo llevó al poder, sino de lo que hizo una vez en el poder.
Por ejemplo: por qué favoreció con más de US$6 millones en contratos de publicidad (sin llamados a licitación) entre 2010 y 2011 a la empresa Polistepeque, S.A. de C.V, que Santana-Mouras montaron en El Salvador.
Y ahí no queda todo, la Cámara Segunda de lo Civil de San Salvador ya abrió un proceso formal contra Funes, su hijo Diego Funes Cañas y la exprimera dama Vanda Pignato, por presunto enriquecimiento ilícito al no poder justificar ingresos por más de US$700.000. Este proceso ya lleva un año en gestión y no avanza.
¿Quiere pero no puede? ¿Quiere pero no la dejan? ¿Es sólo cuestión de tiempo? ¿Cuándo la Justicia salvadoreña se encargará de lo obrado por Mauricio Funes?
Cuando el primer presidente del FMLN llegó al poder, El Salvador era un país que tenía un excelente récord crediticio: se consideraba grado de inversión, junto a Chile y México. Hoy el país está en "default selectivo", según la calificación de S&P.
