La presidenta de Honduras Xiomara Castro instruyó ayer a las autoridades de Finanzas para absorber el 50% del aumento de la última semana del diésel, un incremento de L5.37, del cual la población solo pagará L2.68; unos $0.11 por galón más para un gasto total de $4.37.
Desde su perfil en la red social Twitter, la mandataria del país centroamericano comunicó la puesta en marcha de la medida pese a la corrupción y un ejecutivo altamente endeudado, como herencia del gobierno de Juan Orlando Hernández, y la escalada internacional de los precios.
De acuerdo con la máxima dirigente de la nación, la Secretaría de Finanzas recibió la orientación “mientras valora otras alternativas aún en estas precarias condiciones”, y confirmó la vigencia de la rebaja menor a un dólar aplicada al costo actual de la gasolina.
Según un comunicado difundido por la Secretaría de Energía mediante la Dirección General de Hidrocarburos y Biocombustibles, el subsidio resulta un aporte del gobierno encabezado además por los designados presidenciales: Salvador Nasralla, Doris Gutiérrez y Renato Pineda.
Asimismo, constituye una alternativa para mitigar, en cierta forma, los altos valores de los combustibles producto del conflicto en Europa y sus secuelas a nivel mundial y representa un beneficio para diversos sectores de la sociedad, especialmente, los impulsores de actividades productivas.
En febrero último, los diputados del Congreso Nacional, presidido por el parlamentario del Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo, aprobó los decretos de subsidio a la energía y la rebaja del precio de los combustibles, una de las primeras propuestas anunciadas por Castro.
En sus primeras palabras a la nación como mandataria, la representante de Libre también comunicó la derogación de legislaciones que lesionan la economía y blindan la corrupción; la liberación de los presos políticos y defensores del medio ambiente y la reducción y de los intereses bancarios.
La jefa de Estado afirmó que su gobierno centrará sus políticas en el desarrollo agropecuario y la soberanía alimentaria, luego de la renegociación de las cláusulas del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos, y en la protección al medio ambiente.
