'El mes de enero de 2017 lo terminamos con 256 homicidios, no solamente representa una reducción respecto de los 740 de enero 2016, sino que incluso respecto al mes inmediato anterior (diciembre), que tuvo 331', aseguró el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez, en el marco de un informe ante los integrantes del Consejo de Seguridad Pública.
La tendencia hacia la reducción de los homicidios se comenzó a observar desde abril del año pasado cuando las autoridades ejecutaron medidas extraordinarias de seguridad y un severo control en los presidios, controlados por las pandillas.
De esa manera se ha evitado que los líderes de las pandillas continúen ordenando crímenes aún desde el interior de los penales.
El Salvador cerró 2016 con 5.278 homicidios, un 20,7% menos que en 2015, cuando se registraron 6.656 muertes violentas. No obstante, la tasa de asesinados por cada 100.000 habitantes es 81,2, muy superior a la media de la OMS que es de 6,7/100.000.
'Fundamentalmente lo que hace la diferencia es haber hecho un abordaje integral, articulando los esfuerzos de persecución penal en todo el territorio nacional con la parte preventiva', puntualizó el ministro.
A pesar de los esfuerzos por reducir los homicidios, El Salvador sigue figurando como una de las naciones sin guerra más violentas del mundo.
