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Equidad de género en Centroamérica: Esta es la agenda pendiente en 2022

La pandemia del COVID-19 generó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en la región. Más de 4 millones de mujeres no han logrado retornar al trabajo en América Latina y el Caribe.

2022-03-08

Por Claudia Contreras, E&N

De los 23,6 millones de puestos de trabajo de las mujeres que se perdieron en el peor momento de la crisis el segundo trimestre de 2020, a fines de 2021 aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones, reportó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la semana pasada.

En el caso de los hombres, en cambio, ya se habían recuperado prácticamente por completo los 26 millones de puestos perdidos en ese momento. La foto de la realidad laboral de las mujeres en el mundo post pandemia es que el Covid-19 afectó más a las mujeres que a los hombres. “13 millones de mujeres han visto desaparecer sus trabajos en pandemia y esto es debido a una mayor presencia femenina en sectores económicos que fueron fuertemente afectados por la crisis, como el sector servicios donde hay mucho trabajo de mujeres” explicó a E&N Paz Arancibia, experta regional de género y no discriminación para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de toda la región.

Las mujeres empresarias también sufrieron al tratar de conciliar su trabajo remunerado con responsabilidades familiares. “Dos años atrás cuando comenzó la crisis a mediados de marzo de 2020 las mujeres fueron afectadas por una catastrófica pérdida de puestos de trabajo y de ingresos. La desocupación femenina aumentó, pero lo más impactante fue la salida masiva de la fuerza de trabajo que llevó las tasas de participación laboral a niveles de no se veían hace dos décadas”, comentó la semana pasada el Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.

La OIT destacó que la tasa de participación regional de las mujeres que rondaba 41% a comienzos de los años 1990 había subido en forma constante hasta 52,3% en 2019 (promedio de los primeros tres trimestres). En 2020, en ese mismo período bajó a 47% aunque ese año el promedio regional llegó a estar en 43%.

Equidad de género en Centroamérica: Esta es la agenda pendiente en 2022

América Latina es una región de mayor emprendimiento entre mujeres de 45 a 64 años. Ha aumentado la cantidad de Mujeres que tienen empresas entre 17% al 22% entre 1991 y 2008. Pero estas cifras no son del todo buenas noticias. Si bien hay más dueñas de empresas, generan oportunidades de negocio, contribuyen a negocios de sus familias y comunidades.

“La diferencia con respecto a los hombres es que las mujeres empresarias están en la parte baja de la pirámide que suelen ser menos productivas, por eso les ha afectado más la crisis. Suelen operar en sectores menos rentables, tienen menor escala, tienen bajo crecimiento económico. Algunas son unipersonales, tienen menor acceso al crédito financiamiento, formación que empresas creadas por hombres”, relató Arancibia.

Hay un crecimiento enorme de mujeres en la alta dirección de empresas de América Latina, según OIT. “Más del 50% de las empresas encuestadas no tienen menos del 30% de a mujeres en sus juntas directivas, casi el 13% en la región solo son hombres en los directorios”, relató Aranciba e hizo referencia al Informe Mundial sobre Salarios en 2018/2019.

Obstáculos al emprendimiento de mujeres

Los Techos de cristal que impiden a las mujeres acceder a puestos más grandes van desde antes de emprender hasta el momento en que son empresarias: hay obstáculos en servicios financieros, capacidad de hacer redes, networking, o el tipo de sectores en que las empresarias se desarrollan.

“Depende del tamaño de la empresa, de la educación, de la experiencia profesional previa, desde OIT pensamos que es muy importante promover la equidad de género. No solo porque es un derecho fundamental, sino porque es clave para promover sociedades pacíficas y de forma sostenible. En nuestra región, el 76,4% de las mujeres llevan tareas domésticas frente al resto que hacen los hombres. Seguimos teniendo brecha en términos salariales, tenemos dificultades que tienen que ver con causas estructuras con los sesgos, mujeres que no saben invertir, mujeres que no saben innovar, que deben quedarse en la casa”.

Equidad de género en Centroamérica: Esta es la agenda pendiente en 2022

¿Qué diferencia hace una mujer líder de empresas? “Estudios dicen que el que las mujeres estén en las empresas es una ventaja, es un ganar ganar. Se ha demostrado que emplear todo el talento de la fuerza laboral es inteligente. Una empresa con mayor número de mujeres, una empresa diversa demuestra que es más productiva, tiene crecimiento económico. Esto es porque el talento de las mujeres se aprovecha completamente, se dice que si todo el potencial del talento de la mujer se aprovechara se crecería 7% y 9%. Su participación en el mercado de trabajo tendría un impacto del 4% al 6% en PIB”, reforzó la experta del OIT.

Las mujeres impulsan la innovación en las empresas. “Las empresas que tienen mayor número de mujeres y perfiles diversos en comités de empresas suelen tener más patentes, tienen más acceso a nuevos mercados. Una fuerza laboral diversa Aumenta en productividad y competitividad. La mayor parte de las empresas de la región dicen contar con políticas específicas de género”.

Causas de la brecha salarial

Equidad de género en Centroamérica: Esta es la agenda pendiente en 2022

Para Jessica Bedoya, Jefa de Gabinete y Oficial Principal de Estrategia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Meritocracia debe existir en todo tipo de institución. “Las mujeres siempre aportan más, el doble o triple que los hombres. Eso nos ayuda y nos genera problemas. Pero en el mundo real hay que crear una cultura donde todos ven meritocracia de forma objetiva. Los aportes se premian, los aportes son valorados. Es más importante ser mujer por contenido verdadero, versus un sistema de sobrevivir. Es un cambio para las empresas para que la meritocracia sea más objetiva”. Enfatizó que el BID promueve la meritocracia en lo interno, para promover mujeres basados en requisitos de alto nivel.

Más acceso, menos brechas

“El 2022 debería de ser el año de la mujer. Las mujeres han perdido más que cualquier otro grupo en la región en términos de empleo, calidad de vida, poder entrar a mercados formales para tener mismas oportunidades en la región. Es entender por qué las mujeres siguen retrasadas en la región. Existen ciertos sesgos contra las mujeres: estereotipos como cuidadoras de niños, de padres. Todos deberíamos de realizar labores en casa”, destacó la experta.

Lea más: Panorama Social de América Latina 2020. Disponible aquí.

Bedoya subrayó: “Más del 60% de mujeres en Centroamérica trabajan en el mercado informal. Son mujeres que ayudan en la casa”. Agregó que incluso para las mujeres que sí se educan siguen esos mismos sesgos. “Queremos crear espacios con Gobiernos, stakeholders para que entiendan que son pérdidas para todos ellos si no dejan que ellas participen. Hemos entendido que contribuyo de múltiples maneras a la sociedad. En BID, invertimos porque ofrecemos financiamiento a mujeres emprendedoras, pero hace falta visión más global de aporte de la mujer en la región. (Las Mujeres) Somos líderes en las comunidades religiosas, casas, negocios, si fortalecemos apoyo”.

Para Bedoya, la agenda urgente para reducir la falta de equidad pasa por:

- Crear incentivos para que Gobiernos entiendan que hay necesidad grande para cuidado de niños. “Mejor cuidado de niños para poder liberar a las mujeres, esa sensación de inquietud. Esa inversión de crear ambiente saludable es primordial para que las mujeres se sientan libres de trabajar y avanzar”.

- Mayor oportunidad para capacitación técnica. “Eso quiere decir más posibilidades de becas para mujeres para que puedan tener una capacitación técnica, que tengan educación formalizada y ser ágiles en la búsqueda de trabajo. Es de Interés político e interés financiero”, acotó.

“Las Mujeres entienden más meritocracia, entienden la flexibilidad en la vida, en ámbitos profesionales, las mujeres entienden balance de la vida, para las mujeres es importante demostrar avances en carrera”, destacó Bedoya.

La pandemia puso pausa a la educación en niños de todo el mundo. En ese sentido, ¿cómo debe ser el llamado para que las mujeres opten por carreras STEM?

Estudios de UNICEF muestran que la mayoría de países ha logrado paridad de género en matriculación primaria. Sin embargo, aún no se ve en el mercado laboral.

“La educación de las niñas tiene que ver con que hay que favorecer el talento futuro, hacerlas pensar con tareas STEM; matemáticas, ingenierías, con otra serie de aptitudes, son las áreas que van a crear más empleo en el futuro. También Hay que hacerlas creer a las niñas que sepan que las prácticas diversas, inclusivas, que ellas estén en partes de la vida repercute en la productividad de todos a nivel de sociedad, también en empresas en favorable. Es una doble ganancia”, enfatizó Arancibia, de OIT.

También insistió en el papel de las empresas para políticas de flexibilidad laboral, a través de Guías de corresponsabilidad en el trabajo que cada vez se adoptan en las empresas de Centroamérica. “No hay futuro del trabajo sin igualdad, no existe. Quien no lo vea, se va a quedar atrás, porque cada vez tendrá menos público que le compre, tendrá menos diversidad en sus productos, será menos reflejo de la sociedad donde intenta vender cosas. Esto no es solo del Gobierno, del empresario, del sindicato. Es necesario un esfuerzo tripartito y social para reconocer esto”.

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