Las perspectivas sociales para Costa Rica no son muy halagüeñas, pues en el año 2014 el ingreso promedio de los hogares costarricenses se deterioró, el mercado de trabajo no mostró resultados favorables, ni se espera que lo haga en los próximos años, el dinamismo de la economía no avanza y la pobreza aumentó.
Así lo reveló el Vigésimo primer informe Estado de la Nación, presentado recientemente, el cual hizo una alerta sobre la erosión de la sostenibilidad económica, social y ambiental del país, asegurando que si se mantienen las tendencias actuales la sociedad tendrá que enfrentar grandes retos de desarrollo humano.
De acuerdo con Leonardo Marino, coordinador del programa Costa Rica se encuentra en la antesala de una época de fuertes tensiones, relacionadas con ajustes indispensables para brindar más oportunidades a la población, sobre todo aquella que está excluida por factores como empleos de baja calidad, pobreza y desigualdad.
La pobreza aumentó 1,7 puntos porcentuales entre 2013 y 2014, lo que afectó al 22,4% de los hogares, mientras que la pobreza extrema se mantuvo sin cambios importantes, manteniéndose en un 6,7%.
Además, el ritmo al que se generan los empleos es muy bajo, pues solamente se crearon 20 mil puestos, que no fue suficiente para atender al 9,6% de la población que se encuentra dentro de la tasa de desempleo abierto. Esta cifra afecta con mayor intensidad a las mujeres.
La única clase que mostró una tendencia creciente fue la de los medianos empresarios y profesionales, grandes empresarios y puestos gerenciales se expandieron, aunque solo constituye un 2% de la población ocupada.
Según Jorge Vargas, director del programa Estado de la Nación, el problema del desempleo está vinculado con que la oferta del mercado de trabajo es débil, porque hay una gran porción de personas que no son calificadas, y para ellos no hay tantas oportunidades.
"Otro dato relevante es que se afianzó la transformación del mercado laboral según las clases sociales, pues creció mucho el empleo relacionado con actividades especializadas y de administración de procesos, mientras que los trabajos manuales, relacionados con las clases obreras, se contrajo. Esto evidentemente tienen un fuerte impacto en la situación económica y social de las familias más desprotegidas", añadió Leonardo Marino.
Los ingresos también amplían las brechas entre las clases sociales, pues los ingresos promedios mensuales de los grupos más especializados representan los montos más altos, y los más bajos están dirigidos a las clases obreras o poco calificadas.
Por ejemplo, el ingreso de medianos empresarios y profesionales duplicó el de las clases intermedias, triplicó el de los obreros en servicios, cuadruplicó el de los pequeños propietarios y quintuplicó el de los obreros agrícolas.
Aunado a esta situación, la tasa de homicidios volvió a aumentar, registrando un crecimiento del 16%, entre el 2013 y el 2014. Estos índices tienen una fuerte incidencia en organizaciones criminales relacionadas con bandas de venta de drogas, las cuales operan como estructuras empresariales.
Durante el 2014 se reportaron 477 homicidios dolosos, 66 más que en 2013, lo que representa una tasa de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes y el problema se concentra en cantones de San José, Desamparados y Limón.
"En materia de seguridad la situación es preocupante, al parecer este año será récord, relacionado con la entrada del crimen organizado y esas bandas organizadas", explicó Vargas.
No todo está perdido
Aunque existen muchos índices negativos y las autoridades del Estado de la Nación insisten en la necesidad de tomar acciones inmediatas, lo cierto es que no todos los datos sobre la realidad costarricense son negativos.
El Informe planteó que hay una recuperación del equilibrio financiero de la Caja Costarricense de Seguro Social, institución encargada de brindar servicios de salud, a través del seguro de maternidad y enfermedad, jubilación y pensiones, así como del régimen de invalidez, vejez y muerte.
En el 2011 se realizaron una serie de recomendaciones, por parte de un grupo de expertos, las cuales fueron acogidas en una buena parte, y se han mejorado las condiciones de la institución.
"Hay muchas bondades que equilibran la situación del país, pues es una nación con una oferta exportadora de servicios de alto valor agregado, una política social con puntos favorables, un amplio bienestar social para contener los problemas y un sistema político muy estable", resaltó Vargas.
Pero es el momento de que el país trabaje para hacer un verdadero cambio, potencie las bondades que tiene y resuelva las problemáticas, de la mano con el sector privado del país, capacitando a ciertos sectores para que sean más competitivos.
