La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) subrayó que el activismo de un grupo minoritario de transportistas de carga es una falta grave contra la estabilidad económica y contra los esfuerzos que realizan los exportadores por sacar el país adelante en tiempos de crisis y recesión.
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Según Maurizio Musmanni, presidente de CACIA, dijo: 'Ya tenemos un grupo importante de empresas exportadoras que nos reportan potenciales pérdidas, atasco de productos que requieren logística de frío, incremento en los costos por el traslado de las mercaderías, así como un estado de total inseguridad sobre el futuro inmediato de los envíos de productos a Panamá. Por tal motivo, el gobierno tiene el deber de proceder al levantamiento de los bloqueos y de otorgarle seguridad a la integridad física de quienes tienen a su cargo las mercaderías que deben llevar a Panamá'.
Para los empresarios de alimentos, el gobierno costarricense no puede permitir que colectivos de transportistas utilicen la intimidación y coacción, como instrumentos desestabilizadores que lesionan la normativa nacional e internacional que resguardan el libre tránsito de mercaderías, y la libertad de contratación de los medios de transporte.
"Cuando el móvil de una protesta es atentar contra la seguridad de las personas, debilitar o perturbar actividades comerciales, se traspasa el límite de la coexistencia y el diálogo, siendo el único resultado lógico la inmediata exclusión de activistas violentos de los procesos de contratación que requieren los servicios de transporte internacional", señaló el presidente de la Industria Alimentaria.
La organización hizo un llamado vehemente a todos sus agremiados, para que tomen nota de las personas que, mediante el uso del bloqueo, amenazan la seguridad de su personal de transporte, de sus mercaderías y que amenazan con incrementar los costos de sus transacciones, lesionando así sus posibilidades de paliar la actual crisis económica y de desempleo.
