Claves del día

Brasil: ¿Cómo puede sacar provecho de la cancha?

Este mes, Brasil es el anfitrión y todos los ojos están sobre su economía, la cual ha estado pasando por un período de relativa decepción, informa pwc.

2014-06-30

Por: pwc

Durante la última década, la economía brasileña ha crecido 44% en términos reales. Este es un crecimiento sustancial, pero es el más lento de BRIC (Rusia, India y China crecieron 48%, 105% y 164%, respectivamente). Como lo muestra la figura 4, gran parte de esa expansión llegó antes de la crisis financiera. Desde entonces el crecimiento (aparte de 2010) ha estado lento en menos del 3%. Esperamos que, continuando esta tendencia, el crecimiento sea de 1,8% en este 2014.

Un punto sensitivo para la economía ha sido su deficiente desempeño en la exportación. Durante los últimos 7 años antes de la crisis financiera, las exportaciones de Brasil crecieron en una tasa promedio anual de 10%, pero en los últimos 6 años han crecido únicamente 1,7%. Esta ralentización ha sido el impulso clave de su cada vez peor déficit de cuenta. Las exportaciones de Brasil han sido obstaculizadas por una tasa volátil de intercambio, impulsada en parte por el apetito de riesgo de los inversionistas y por influjos del dólar barato que resultan de las políticas de flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal.

Brasil también enfrenta retos internos. La intervención del sector público en la economía es extensa, pero los problemas con la coordinación de las políticas y restricciones por el lado del suministro resultan en que frecuentemente las iniciativas muchas veces no logran cumplir con lo prometido o distorsionan los mercados (por ejemplo, los subsidios de los precios del combustible han causado problemas por su industria de bioetanol). El sector privado también lucha con un ambiente regulatorio difícil. Brasil está clasificado como el número 116 en el índice de facilidad de hacer negocios del Banco Mundial, y de número 22 en el de las 32 economías de Latinoamérica.

En este contexto, ¿podría el Mundial y las Olimpiadas de 2016 actuar como catalizadores para la economía? La evidencia no está clara sobre si los megaeventos proporcionan beneficios económicos sustanciales, pero creemos que existe el potencial de lograr algunos beneficios intangibles, pero importantes:

• La exposición global que logran las ciudades sede podría preparar el camino para la próxima ola de IED a Brasil si se aprovecha. Por ejemplo, un aumento del 10% de IED podría traducirse en una inyección adicional de US$6.500 millones a la economía. Hay algunos indicios de que Brasil ha estado dando pasos para maximizar la ganancia en esta área. La agencia de promoción de exportaciones del país ha establecido un programa para exponer más de 700 compañías brasileñas a los inversionistas internacionales el próximo mes.

• Además, la experiencia que acumulan las compañías locales al ser anfitrionas podría ser utilizada en el futuro. Por ejemplo, aprovechando su experiencia en Londres 2012, las compañías del Reino Unido han vendido £130 millones como parte de los preparativos para ser anfitriones de Brasil 2014 y 2016.

Fundamentalmente, cualquier beneficio que resulte para Brasil por ser anfitrión se verá afectado por los éxitos o fracasos en infraestructura y logística en la economía. Aunque noticias recientes no han sido alentadoras en este sentido, con las Olimpiadas acercándose en dos años, para Brasil este es un juego de dos tiempos.

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