Claves del día

Infraestructura de EE.UU. se cae a pedazos por falta de inversión

El legislativo es incapaz de consignar los fondos necesarios. Cerca del 11% de los puentes de carretera son peligrosos. En algunas zonas, la proporción se eleva a uno de cada cuatro. El nivel de la inversión en infraestructura es el más bajo desde 1947.

2014-12-02

Por: Econoomista.es


Carreteras a punto de colapsar, puentes de ferrocarril que fallan continuamente, puertos y aeropuertos pequeños y obsoletos... El panorama de las infraestructuras de Estados Unidos está muy lejos de ser el que corresponde a la primera potencia del mundo, tal y como reconoce casi cualquier actor de esa economía. Sin embargo, la parálisis institucional impide poner remedio a una situación que empeora día a día.

De acuerdo con el que fuera ministro de Transportes de EEUU, Ray LaHood, hay cerca de 70.000 puentes de todo tipo en el país que se pueden calificar como peligrosos: más del 11%.
En una reciente emisión del programa 60 minutos, a LaHood no le faltaban ejemplos para cifrar la magnitud del desastre que se cierne sobre la economía estadounidense si no se actúa pronto.

Así, el 20% de los puentes de Pittsburgh presentan defectos estructurales graves. En todo el estado de Pennsylvania, son ya el 23% y cada año se suma un punto porcentual a esa cifra.

La dejadez de los últimos años pasa así factura, y provoca que el coste de las reparaciones se multiplique allí donde eran todavía posibles, y obliga a la demolición y a la sustitución completa de infraestructuras donde la reparación ya llega tarde.

Ni siquiera tragedias como el derrumbe del puente oeste de la carretera I35 sobre el río Misisipi en Minneapolis, que ocurrió en agosto de 2007 en plena hora punta y que dejó 13 muertos, parecen haber servido para que las instituciones estadounidenses reaccionen.

Más dinero, más impuestos

Junto al problema clásico de la división de tareas entre la administración federal y los respectivos gobiernos estatales está, fundamentalmente, la falta de voluntad política del legislativo en Washington DC para poner remedio a la situación.

Con la inversión en infraestructuras en su nivel más bajo desde 1947, Estados Unidos está ahora en el 16º puesto del mundo, por detrás de países como Islandia, España, Portugal o los Emiratos árabes Unidos, según el Foro Económico Mundial.

Esa visión excesivamente cortoplacista podría estar acumulando, sin embargo, una factura gigantesca debajo de la alfombra. Conforme crecen el número de reparaciones a realizar se hace más difícil afrontarlas de una sola tacada y, además, se encarece el presupuesto final.

Aún más: el coste podría ser gigantesco si, como pone de ejemplo el máximo responsable de la operadora ferroviaria federal Amtrak, no se hace nada y se deja que infraestructuras vitales para la nación desaparezcan de un día para otro.

Un diminuto puente ferroviario situado junto a Manhattan, cuya vida útil se ha sobrepasado ya, es el mejor ejemplo de esa amenaza: 100 millones de dólares en pérdidas para la economía de Estados por cada día que pase cerrado, frente a una factura de apenas 900 millones si se procede a construir uno nuevo que lo sustituya.

'Los políticos en Washington no tienen la valentía política de decir esto es lo que tenemos que hacer', señala LaHood, que añade que 'no quieren gastar el dinero'. 'No quieren subir los impuestos', concluye.


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