Pyongyang lanzó cuatro pares de proyectiles en menos de dos semanas y amenazó con realizar más ensayos, en medio de temores de que está reforzando su programa de misiles, el cual estaría financiando con ciberataques a gran escala.
Tras el histórico encuentro de junio en Singapur con el presidente estadounidense, que sólo concluyó con un comunicado vago sobre la desnuclearización, los analistas consideran que esta segunda cita debe saldarse con medidas más concretas sobre el desmantelamiento del arsenal de Pyongyang.
La cumbre del martes en Singapur es el clímax de una espectacular ofensiva diplomática reciente en torno a la península de Corea, pero muchos críticos advierten sobre los riesgos de que sea un triunfo de la forma sobre el fondo.
Pyongyang también anunció que canceló unas conversaciones de alto nivel que estaban previstas entre sus delegados y los de Seúl este miércoles a causa de los ejercicios aéreos conjuntos de EEUU y Corea del Sur.
La esperada cumbre entre Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un tendrá lugar el 12 de junio en Singapur, anunció este jueves el mandatario estadounidense, tras recibir en la madrugada a los tres liberados por Pyongyang.
Sin embargo, Pyongyang nunca ha confirmado la oferta de unas conversaciones sobre la desnuclearización, que había sido presentada por un emisario surcoreano.
Un emisario de Seúl afirma que Pyongyang ha aceptado la moratoria de ensayos nucleares mientras duren los diálogos entre las Coreas y si se establece un contacto con EEUU. Ambas Coreas acordaron una cumbre fronteriza a finales de abril y abrir una línea de comunicación directa entre sus dos gobernantes.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este sábado estar dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-Un, y expresó su deseo de que el diálogo previsto entre Pyongyang y Seúl logre desescalar el conflicto.