Por Inc
Satya Nadella tomó el relevo de Microsoft cuando Steve Ballmer dejó su puesto como CEO en 2014. Desde entonces el empresario ha liderado la compañía llevándolo por el camino de la innovación hacia el éxito.
Nadella no solo es un buen líder, también tiene una gran inteligencia emocional. El actual CEO aprendió la importancia de saber empatizar en su primera entrevista con Microsoft, una valiosa lección determinante para su futuro profesional.
La empatía y la pasión por el negocio son la base para que un negocio pueda tener éxito, pero deben ir acompañados de una buena estrategia, y Nadella ha dado en el clavo con la de Microsoft.
En vez de esperar a dar un gran salto al éxito, Nadella toma perspectiva para guiar a la compañía por un largo recorrido en el que progresan continuamente. A lo largo de ese camino Nadella mantiene que es clave seguir estas tres reglas para liderar con éxito:
Satya Nadella tomó el relevo de Microsoft cuando Steve Ballmer dejó su puesto como CEO en 2014. Desde entonces el empresario ha liderado la compañía llevándolo por el camino de la innovación hacia el éxito.
Nadella no solo es un buen líder, también tiene una gran inteligencia emocional. El actual CEO aprendió la importancia de saber empatizar en su primera entrevista con Microsoft, una valiosa lección determinante para su futuro profesional.
La empatía y la pasión por el negocio son la base para que un negocio pueda tener éxito, pero deben ir acompañados de una buena estrategia, y Nadella ha dado en el clavo con la de Microsoft.
En vez de esperar a dar un gran salto al éxito, Nadella toma perspectiva para guiar a la compañía por un largo recorrido en el que progresan continuamente. A lo largo de ese camino Nadella mantiene que es clave seguir estas tres reglas para liderar con éxito:
Piensa como si fuera el primer día
Desde que Nadella tomó el relevo, Microsoft renació. Abandonó el hardware y apostó por la nube, una estrategia clave que pudo impulsar la compañía de nuevo hacia el éxito.El CEO considera que la innovación es crucial, y por eso todos los días analiza el negocio como si acabara de empezar. Para ello se hace tres preguntas: ¿se nos da bien crear nuevos productos, servicios o modelos de negocio? ¿nos adaptamos bien al cambio? ¿premiamos el riesgo y el fracaso?