Por E&N
Se trata del proyecto de generación de energía eléctrica a base de gas natural más grande de El Salvador: 380.7 megavatios (MW). Está ubicado en Acajutla, El Salvador, convirtiéndose y es un generador relevante del mercado eléctrico salvadoreño y centroamericano a partir del 1 de mayo de 2022.
La planta de EDP fue desarrollada por Invenergy, una firma estadounidense con sede en Chicago, junto a socios salvadoreños entre los que se encuentran Grupo Calleja, VC Energy de Centroamérica y Quantum Energy. Es la segunda planta de generación eléctrica con GNL en Centroamérica después de AES Colón, en Panamá. Esta última fue construida con una inversión de US$1.150 millones, el 50,1 % de la inversión corresponde a la norteamericana AES Corporation, mientras que el 49,9 % restante procede de la panameña Inversiones Bahía, propiedad del empresario local Stanley Motta.
“Hemos llegado a este momento cúspide en el que EDP se convierte en un generador del sistema eléctrico, estamos listos para operar comercialmente nuestra planta, bajo un estricto compromiso de generar energía limpia, confiable y segura para El Salvador y la región”, afirma Alberto Osorio, Director de Proyecto de EDP.
La planta de El Salvador busca cubrir alrededor del 30% de la demanda energética de El Salvador. Tiene una capacidad instada de 380.7 megavatios (MW) de potencia. Entre los principales beneficios de la planta destacan la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero por encima de 400,000 toneladas equivalentes de CO2 al año; la introducción del gas natural en El Salvador; mejoras para ampliar y robustecer la infraestructura de la red nacional de transmisión de electricidad; la generación de empleos locales, directos e indirectos; y la inversión en proyectos sociales que impactan positivamente a los pobladores de la zona de influencia de la planta.
La planta de generación de EDP es una unidad versátil y flexible y con una infraestructura única en toda la región Centroamericana. Cuenta con 19 motores de combustión interna a base de gas natural, una turbina de vapor de 28 MW y una infraestructura para gas natural licuado (GNL) que incluye la terminal flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU por sus siglas en inglés) BW Tatiana, que garantizan una alta disponibilidad de energía en el mercado salvadoreño.
El proyecto de EDP logró concluir con éxito su etapa de construcción, pese a llevarse a cabo durante los momentos más difíciles de la pandemia por COVID-19, la cual provocó complicaciones sin precedentes, como cierres de aeropuertos, limitaciones de movilidad y presencia de personal en el sitio de construcción y en las fábricas de equipos utilizados en el proyecto, escasez de productos, atrasos en la cadena logística mundial, entre otros.
Los esfuerzos de todo el equipo de EDP, sus contratistas, Invenergy y sussocios locales, y la cooperación del gobierno de El Salvador, permitieron cumplir los objetivos y completar este gran proyecto a tiempo.
“Estamos seguros de que seremos un generador de energía eléctrica muy competitivo a nivel local y regional. Con EDP, El Salvador diversifica su matriz de generación eléctrica y robustece su sistema energético, ya que, con la introducción de gas natural, el país tendrá acceso a una nueva fuente de energía más limpia, cumpliendo así uno de los ejes estratégicos de la política energética del país”, afirmó Alberto Osorio.
Desde el inicio del proyecto en el año 2015, EDP ha realizado más de 11 obras de inversión social para contribuir con el desarrollo económico y social de Acajutla por un monto anual equivalente a US$532.500 dólares. Este tipo de obras de inversión social se continuarán ejecutando durante los próximos 20 años correspondientes al período del contrato de suministro con las Distribuidoras salvadoreñas.
