Por revistaeyn.com
La industria aérea de Estados Unidos se enfrenta a crecientes desafíos debido a nuevos retrasos en la entrega de aviones por parte de Boeing, lo que genera preocupación por sus planes de expansión de capacidad en medio de una crisis de seguridad.
Este desarrollo ha llevado a una disminución en las cuotas de las aerolíneas, con implicaciones significativas para la capacidad de la industria para satisfacer la creciente demanda de viajes. El director ejecutivo de United Airlines, Scott Kirby expresó su preocupación en una conferencia organizada por J.P. Morgan, señalando retrasos sustanciales en las entregas de Boeing y el calendario de certificación incierto para el modelo MAX 10.
Esta incertidumbre ha llevado a United a considerar la compra de más aviones A321neo a Airbus, el único otro fabricante importante de aviones comerciales a nivel mundial, para compensar los posibles déficits.
United Airlines está explorando opciones como aviones Airbus A321neo adicionales para llenar el vacío dejado por el retraso en las entregas del 737 MAX 10. Southwest Airlines anticipa una reducción del 42 % en las entregas de MAX y un posible recorte del 1 % en la capacidad de 2024. Alaska Air Group se enfrenta a la incertidumbre y los planes de capacidad de la aerolínea para 2024 siguen siendo cambiantes debido a los déficits de entrega de Boeing.
El fabricante de aviones enfrenta demandas para acelerar la producción y abordar las preocupaciones de seguridad. Las posibles consecuencias de estos retrasos en los precios de las tarifas aéreas y la disponibilidad de viajes aún están por verse.
Las aerolíneas se enfrentan a opciones limitadas, ya que los retrasos de Airbus dificultan el cambio de pedidos. Boeing se enfrenta a la presión de abordar los problemas de seguridad y acelerar la producción para las entregas oportunas. Queda por ver el impacto de estos retrasos en los precios de los pasajes aéreos y la disponibilidad de viajes.
Alaska Air Group es otra aerolínea que lidia con las ramificaciones de los retrasos en las entregas de Boeing. El consejero delegado, Ben Minicucci, indicó que Alaska no prevé recibir todos los 47 aviones programados para ser entregados por Boeing en los próximos dos años.
Las acciones de Boeing cayeron un 4,6 % en medio de estos acontecimientos, lo que pone de manifiesto la reacción del mercado a los desafíos más amplios de la industria.
A medida que las aerolíneas navegan por estas incertidumbres, la atención se centra en equilibrar las necesidades operativas con los estándares de seguridad, lo que hace que el resultado de la crisis de Boeing sea un factor fundamental para dar forma a la trayectoria futura de la industria aérea.
Con información de Investing
