Por: AFP
El caso, que provocó la caída del viceministro Daniel Soley, ha centrado la atención de los medios locales desde hace diez días, luego de trascender que este funcionario había ofrecido a la procuradora, Ana Lorena Brenes, la posibilidad de un nombramiento diplomático en el extranjero.
El hecho ha sido interpretado como un intento de sacar de su cargo a la titular de la Procuraduría, que es nombrada por el Congreso y goza de autonomía con respecto al Poder Ejecutivo, aunque actúa como abogada del Estado.
Brenes ha emitido varios dictámenes contrarios a los intereses del gobierno, incluida una opinión negativa a la permanencia en el cargo del poderoso ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, debido a su condición de obispo luterano.
Soley renunció al cargo el sábado anterior pero su silenciosa salida sólo ha exacerbado la presión de la prensa y la oposición política, que exigen aclarar si Jiménez o el propio mandatario tomaron parte de la maniobra política.
El presidente Solís ha asegurado que no conoció ni autorizó el ofrecimiento de una embajada a la procuradora, a la vez que reiteró su confianza en el ministro de la Presidencia, pero ha dejado al Congreso la tarea de investigar lo ocurrido.
Una comisión legislativa indagará la noche de este miércoles al ministro Jiménez -quien hasta ahora no ha dado su versión a la prensa-, así como a la procuradora general, que también ha mantenido silencio sobre los detalles de su conversación con el ex viceministro Soley.
El diputado Otto Guevara, del opositor Movimiento Libertario, dijo a la prensa local que la investigación no puede acabar con la renuncia de Soley, sino que debe llevarse 'hasta las últimas consecuencias'.
'La Procuradora debe declarar bajo juramento en qué contexto recibió ese ofrecimiento. Si Soley lo hizo a nombre propio o si recibió órdenes de alguien más', manifestó.
Sin embargo, otros analistas, como el politólogo Víctor Ramírez, le restan importancia al incidente y consideran que el país tiene problemas reales en los que invertir sus energías de mejor manera.
'Se trata de una conversación privada entre dos personas adultas, probablemente cada una tenga su versión. Es un escándalo que sólo se puede armar en un país en que no pasa nada', señaló Ramírez a la AFP.
Luis Guillermo Solís ganó las elecciones de segunda ronda en abril de 2014 con casi el 78% de los votos, impulsado por el Partido Acción Ciudadana (PAC), tras más de medio siglo de bipartidismo representado por los tradicionales Liberación Nacional (PLN) y Unidad Socialcristiana (PUSC).
El caso, que provocó la caída del viceministro Daniel Soley, ha centrado la atención de los medios locales desde hace diez días, luego de trascender que este funcionario había ofrecido a la procuradora, Ana Lorena Brenes, la posibilidad de un nombramiento diplomático en el extranjero.
El hecho ha sido interpretado como un intento de sacar de su cargo a la titular de la Procuraduría, que es nombrada por el Congreso y goza de autonomía con respecto al Poder Ejecutivo, aunque actúa como abogada del Estado.
Brenes ha emitido varios dictámenes contrarios a los intereses del gobierno, incluida una opinión negativa a la permanencia en el cargo del poderoso ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, debido a su condición de obispo luterano.
Soley renunció al cargo el sábado anterior pero su silenciosa salida sólo ha exacerbado la presión de la prensa y la oposición política, que exigen aclarar si Jiménez o el propio mandatario tomaron parte de la maniobra política.
El presidente Solís ha asegurado que no conoció ni autorizó el ofrecimiento de una embajada a la procuradora, a la vez que reiteró su confianza en el ministro de la Presidencia, pero ha dejado al Congreso la tarea de investigar lo ocurrido.
Una comisión legislativa indagará la noche de este miércoles al ministro Jiménez -quien hasta ahora no ha dado su versión a la prensa-, así como a la procuradora general, que también ha mantenido silencio sobre los detalles de su conversación con el ex viceministro Soley.
El diputado Otto Guevara, del opositor Movimiento Libertario, dijo a la prensa local que la investigación no puede acabar con la renuncia de Soley, sino que debe llevarse 'hasta las últimas consecuencias'.
'La Procuradora debe declarar bajo juramento en qué contexto recibió ese ofrecimiento. Si Soley lo hizo a nombre propio o si recibió órdenes de alguien más', manifestó.
Sin embargo, otros analistas, como el politólogo Víctor Ramírez, le restan importancia al incidente y consideran que el país tiene problemas reales en los que invertir sus energías de mejor manera.
'Se trata de una conversación privada entre dos personas adultas, probablemente cada una tenga su versión. Es un escándalo que sólo se puede armar en un país en que no pasa nada', señaló Ramírez a la AFP.
Luis Guillermo Solís ganó las elecciones de segunda ronda en abril de 2014 con casi el 78% de los votos, impulsado por el Partido Acción Ciudadana (PAC), tras más de medio siglo de bipartidismo representado por los tradicionales Liberación Nacional (PLN) y Unidad Socialcristiana (PUSC).
