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Superviviente en Indonesia: El tsunami se lo llevó todo

Asep Sunaria, de 42 años, relata cómo vivió este nuevo desastre en Indonesia, que surgió sin aviso previo, mientras los socorristas intentan en la zona buscar supervivientes de este tsunami que dejó al menos 281 víctimas mortales en zonas costeras del país.

2018-12-24

Por AFP

Asep Sunaria escuchó un fuerte ruido, y segundos después un muro de agua lo tiró de su motocicleta, engulló su casa y el pueblo indonesio de Sukarame, que hasta el sábado por la noche era su hogar.

Sunaria, de 42 años, relata cómo vivió este desastre, que surgió sin aviso previo, mientras los socorristas intentan en la zona buscar supervivientes de este tsunami que dejó al menos 281 víctimas mortales en zonas costeras del país.

'El agua surgió con un sonido fuerte, como de viento: ¡wuuush!', cuenta el superviviente a la AFP.

'Yo estaba conmocionado. No me lo esperaba en absoluto. ¡No hubo alerta! Al principio pensé que se trataba de una ola causada por la marea, pero el agua subió tanto...', agrega.

Se puso a correr con su familia hacia las alturas del pueblo de Sukarame, en la costa este de Java, llevándose únicamente la ropa puesta.

Sunaria dice haber tenido suerte. Varios habitantes del pueblo murieron cuando la ola del tsunami barrió el sábado por la noche las playas del sur de la isla de Sumatra y la extremidad occidental de Java, inundando hoteles y localidades situadas al borde del mar.

La ola gigante apareció tras la erupción en el Estrecho de la Sonda del volcán Anak Krakatoa, conocido como el 'hijo' del legendario Krakatoa.

'Mi familia está ahora segura, pero mi casa fue destruida, (el tsunami) se lo llevó todo' afirma Sunaria

'Ahora estoy buscando cuerpos que aún no han sido hallados. Encontramos uno ayer y verificamos los lugares donde podría haber otros'.

Otra habitante, Sunarti, camina con el agua hasta las rodillas, buscando sus enseres, que han sido arrastrados y dispersados lejos de su casa reducida a escombros.

'Ayer encontramos dos cadáveres', dice este mujer de 61 años.

Huir a las alturas

Sunarti --que como muchos indonesios sólo tiene un nombre-- se alegra de que su madre de 100 años haya sobrevivido.

La familia se ha refugiado ahora en las alturas pues las autoridades advierten que hay un riesgo de que se produzcan nuevas olas mortales.

'Mi vida ya era dura. éramos muy pobres, y ahora esto...' se lamenta la mujer.

En la localidad de Cilurah, Ade Junaedi, otro superviviente, cuenta cómo fue testigo de la furia de la naturaleza.

'Ocurrió tan rápido', relata Ade Junaedi. 'Hablaba con un huésped en mi casa cuando mi mujer abrió la puerta, gritando, aterrada. Creí que era un incendio, pero al ir hacia la puerta ví el agua llegar...'.

En la localidad de Sukarame, Sunarti y sus vecinos esperan en medio de la falta de comida que les lleguen las ayudas.

'No hemos recibido nada hasta ahora. Algunos se están muriendo de hambre', dice la mujer.

Una alerta temprana que nunca llegó

Una sucesión imprevisible de hechos y un sistema de alerta temprana deficiente explican el número de muertos en el tsunami que arrasó las costas del estrecho de Sonda, concluyen los expertos y las autoridades.

El tsunami azotó el sábado por la noche las playas y casas de este estrecho que separa las islas de Java y Sumatra, pillando desprevenidos a los habitantes y a los sistemas de vigilancia.

Foto: Estrategia y Negocios



En unos tuits en cadena, borrados más tarde, la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes aseguró que no había 'amenaza de tsunami' pese a que la ola ya barría el litoral del sur de Sumatra y el extremo oeste de Java.

'La ausencia de sistema de alerta temprana explica que el tsunami no se haya detectado', reconoció el portavoz de esta agencia, Sutopo Purwo Nugroho. 'Las señales de la llegada de un tsunami no se detectaron y la gente no tuvo tiempo para evacuar'.

Indonesia es uno de los países del mundo más expuestos a las catástrofes naturales. Este archipiélago, formado por la convergencia de placas tectónicas, se encuentra en el cinturón de fuego del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica y volcánica.

Un tsunami provocado por un terremoto causó 2.200 muertos y miles de desaparecidos en septiembre en Palu, en la isla de Célebes.

La medida de las mareas y el modelado de datos (organización y estructuración de datos) son las principales herramientas de las agencias indonesias para prever los tsunamis, generalmente después de un terremoto.

Incluso cuando todas las estaciones de vigilancia funcionan, los fallos de la red son considerables y la gente dispone de poco tiempo para huir. Los esfuerzos por mejorar el sistema se han visto obstaculizados por varios problemas, como la falta de mantenimiento de los equipamientos y el mal funcionamiento burocrático.

Según los expertos, la catástrofe del sábado se produjo tras una erupción del volcán Anak Krakatoa, situado en el estrecho de Sonda.

Esto provocó un alud submarino de una parte del volcán y el desplazamiento de grandes cantidades de agua.

Falta de tiempo

'El sistema de alerta temprana de Indonesia no habría detectado este tipo de señales porque está hecho para detectar los tsunamis desencadenados por los terremotos', asegura Richard Teeuw, experto de la Universidad de Portsmouth.

'El carácter nocturno del tsunami agravó probablemente el caos. Había pocas posibilidades de ver llegar la ola del tsunami y de correr para ponerse a salvo'.

This aerial picture taken on December 23, 2018 by Bisnis Indonesia shows the Anak (Child) Krakatoa volcano erupting in the Sunda Straits off the coast of southern Sumatra and the western tip of Java. - The death toll from the December 22 volcano-triggered tsunami in Indonesia has risen to 281, with more than 1,000 people injured, the national disaster agency said on December 24, as the desperate search for survivors ramped up. (Photo by Nurul HIDAYAT / BISNIS INDONESIA / AFP)



El volcán Anak Krakatoa llevaba meses activo pero la erupción del sábado fue poco intensa y no causó alarma entre la población.

Después del tsunami devastador de 2004, Indonesia instaló balizas de alerta temprana pero, según Nugroho, no funcionan desde hace seis años.

Foto: Estrategia y Negocios

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