Tras dejar el poder, todos los expresidentes hondureños se han retirado a vivir tranquilamente en sus residencias, pero en el caso del exmandatario Juan Orlando Hernández su situación es incierta luego de que fiscales de Estados Unidos lo vincularan directamente con el tráfico de drogas a gran escala.
"Ha llegado el momento de decir misión cumplida. Mi equipo y yo estamos agradecidos por darnos la confianza durante estos ocho años", dijo Hernández en cadena nacional de radio y televisión, minutos después se le vio abandonar Casa Presidencial.
Así terminaron dos periodos de gobierno marcados por imposiciones, escándalos de corrupción, sobre todo en tiempos de pandemia, y con su titular señalado en Estados Unidos de ser parte de una estructura criminal que utilizó el poder político para introducir toneladas de estupefacientes a ese país del norte.
Dudas con justicia hondureña
¿Qué le espera al ahora expresidente?, se le consultó al abogado Lester Ramírez y su respuesta fue: "Eso depende del Departamento de Justicia de Estados Unidos". Y añadió: "Es que en realidad la justicia hondureña no lo va a tocar, porque en primer lugar ya sabemos cómo está controlada y luego se va a argumentar que es persecución política".
Las posibilidades de una extradición vienen sonando con fuerza desde hace varios meses, incluso la noche de este miércoles la congresista estadounidense Norma Torres en una carta, donde se refería a la toma de posesión de Xiomara Castro, escribió que Hernández le causó un enorme daño a la institucionalidad del país y que "durante su mandato las raíces de la corrupción crecieron profundas y fuertes, creando un sistema dirigido por peligrosos criminales".
"Recién escribí una carta al Departamento de Justicia de los Estados Unidos aconsejándole acusar y extraditar de forma inmediata al expresidente Hernández para ser enjuiciado por cargos de tráfico de drogas", detalló la congresista.
Sin inmunidad
Al dejar el cargo y perder la inmunidad diplomática, Hernández queda expuesto a una inminente captura, de darse una posible acusación formal en un tribunal estadounidense, y aunque él le manifestó al diario español El País que rápidamente se integraría al Parlamento Centroamericano (Parlacen), la protección que le daría esta entidad es muy limitada, pues no le abarca ni en Honduras.
Para Leandro Osorio, comisionado de policía que fue obligado al retiro, Hernández tiene una situación muy complicada, pero "si no tiene nada que temer, como él dice, debe viajar a Estados Unidos e ir a la corte de Nueva York a verificar si tiene alguna causa abierta o una orden de extradición", expresó.
Aunque no hay nada confirmado algunos analistas políticos han planteado hipótesis sobre el futuro de Hernández: unos han indicado que se irá a vivir a Nicaragua, bajo el cobijo del presidente Daniel Ortega con quien cultivó un acercamiento, y otros han considerado que pedirá asilo en un país europeo o que se irá a Israel.
Tampoco han descartado que permanezca en Honduras, pero dado los conflictos en los que se vio involucrado se duda de esta posibilidad por razones de seguridad.
