Por AFP
El partido derechista que postuló a la presidencia de Guatemala a Zury Ríos, hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Montt (1982-1983), denunció un “fraude” en los comicios del domingo pasado, en los que ella quedó en el sexto lugar.
“Han fraguado un fraude que definitivamente no puede quedar en el anonimato, el pueblo de Guatemala necesita ser respetado”, dijo a periodistas el abogado de la agrupación derechista Valor, Jaime Hernández, tras presentar una denuncia en la Fiscalía.
El litigante, quien exigió “que las elecciones deben de repetirse”, indicó que tienen como “pruebas” videos y “más de mil actas electorales que están totalmente alteradas, lo que significa comisión de delitos de falsedad ideológica con agravación electoral”.
Esas mil actas representan apenas el 0,82 % de las 121.227 procesadas (de las 122.293 en total) en el escrutinio, según cifras oficiales.
El domingo se realizaron las elecciones generales donde los socialdemócratas Sandra Torres (15,86 %) y Bernardo Arévalo (11,77 %) fueron los más votados entre 22 aspirantes, e irán a un balotaje el próximo 20 de agosto.
Ríos, a pesar de figurar en las encuestas como una de los tres favoritos, quedó en un lejano sexto puesto con apenas el 6,57 % de los votos.
Hernández agregó que la querella fue interpuesta contra todos los miembros de las juntas electorales departamentales y contra los digitadores del sistema de computo a nivel nacional.
“Mientras no estaban digitando se estaban subiendo datos en el sistema, lo cual significa que el fraude electoral es una evidencia total en la república de Guatemala, el cual no debe de quedar así y las elecciones deben de repetirse”, demandó.
El partido oficial Vamos, tercero en la contienda presidencial (7,84 %), aunque no denunció fraude, manifestó en un comunicado su “preocupación ante el hallazgo evidente de incongruencias entre las actas presentadas y los datos computados en distintas mesas electorales”.
En tanto, Arévalo, en rueda de prensa rechazó el presunto fraude y aseguró que no se deben “permitir que los mismos partidos de siempre, frustrados y decepcionados por sus malos resultados en la primera vuelta, enloden y pongan en tela de juicio la decisión libre de miles de guatemaltecos”.
“El éxito de nuestro movimiento en las elecciones generales ha despertado el temor de los corruptos que pretenden seguir controlando nuestro país”, aseguró el candidato, hijo del mandatario reformista Juan José Arévalo (1945-1951).
