Guatemala: Inicia transición presidencial incluyendo acuerdo migratorio con EEUU

Guatemala comenzó este martes oficialmente el proceso de transición entre el presidente saliente, Jimmy Morales, y el gobernante electo, Alejandro Giammattei, que contempla la puesta en marcha de un polémico acuerdo migratorio con Estados Unidos.

Morales y Giammattei inauguraron las mesas de trabajo entre las diferentes instituciones de gobierno con miras al traspaso de mando que se realizará el 14 de enero próximo.

'Considero que por primera vez en la historia, Guatemala tendrá una transición completa y eminentemente democrática', declaró Morales en el Palacio Nacional de la capital.

Giammattei, un médico de derecha de 63 años que ganó en balotaje en agosto pasado, indicó que la transición será 'un proceso ordenado' con una 'madurez política sin precedentes'.

Posteriormente, el vicepresidente electo, Guillermo Castillo, dijo a periodistas que durante el proceso de transición darán seguimiento a un acuerdo que Guatemala firmó en julio pasado con Estados Unidos.

El pacto permitirá que migrantes extranjeros permanezcan en Guatemala mientras autoridades estadounidenses resuelven su petición de asilo.

Castillo señaló que el futuro gobierno actuará como 'observador' del seguimiento al acuerdo, que aún no ha cobrado vigencia.

'Creemos importante dar acompañamiento tomando en cuenta que si finalmente todo llega a materializarse, seremos nosotros a los que nos corresponda llevar a cabo su implementación', refirió Castillo sobre el pacto migratorio.

El tribunal constitucional de Guatemala en dos ocasiones le ha advertido al gobierno que, para que un acuerdo migratorio con Estados Unidos cobre vigencia, debe ser aprobado por el Congreso.

Morales, un excómico de televisión de 50 años, entregará el poder con la popularidad por los suelos y con dos peticiones vigentes de la fiscalía para ser investigado por sospechas de financiamiento ilegal en su campaña electoral de 2015.

Giammattei asumirá con el reto de atacar problemas históricos como la pobreza, que afecta al 59% de los 14,9 millones de habitantes, y la violencia criminal que el año pasado dejó 4.914 muertes, la mitad atribuidas a las pandillas y el narcotráfico.