La Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco) propuso una ley especial de facilidades en El Salvador para que sectores de la población tengan acceso a su primera vivienda.
Se trata de la Ley de Intereses Preferenciales que la gremial empresarial de la industria de la construcción intenta emprender ante el Gobierno salvadoreño.
Inicialmente, se ha previsto la aplicación de esta ley, explicó el presidente de Casalco, Carlos Guerrero, para un período de 10 años.
"En Panamá ha sido exitosa (este tipo de iniciativa), ya lleva 25 años, cuando inicialmente fue creada para un periodo de cinco años y se ha prorrogado por los beneficios que ha dejado para la economía", dijo Guerrero.
Los precios de las viviendas que abarcarían las facilidades de interés podrían oscilar, según Casalco, entre los US$15.000 y US$125.000, tal y como lo contempla también el Fondo Social para la Vivienda (FSV), institución estatal que financia vivienda a cambio de una contribución mensual de la Población Económicamente Activa (PEA), ya sean empleados públicos como privados.
El titular de Casalco ejemplificó que para una vivienda cuyo valor ascienda a US$28.000, la cuota normal de mercado ronda los US$211 mensuales, pero con la ley propuesta de facilidad de intereses se reduce hasta en un 40%, con una cuota mensual de US$128.
Además, se proyecta, precisó Guerrero, una dinámica de construcción de alrededor de 6.000 casas anuales, un promedio nada despreciable al tomar en cuenta la deprimida industria de la construcción que no ha crecido en el último año, salvo un leve crecimiento en el otorgamiento de préstamos a largo plazo, y que se pretende a corto y mediano plazo que crezca, al menos, como "nuestros vecinos más cercanos", indicó el presidente de Casalco, como es el caso de Guatemala y Honduras que crecieron, en el sector construcción, cerca del 3%.
Con esa dinámica de 6.000 residencias al año (de hecho se logró una dinámica similar en los 90, recordó Guerrero), se espera, según los cálculos de la gremial salvadoreña de la industria de la construcción, que haya una derrama económica, solo en un año, de alrededor de US$62 millones.
"Creemos que con esta iniciativa se establece un subsidio focalizado, se crea fuentes de empleo y se incentiva el crecimiento de la economía", aseguró Guerrero.
Para Guerrero, "estamos (la gremial de la construcción salvadoreña) dispuestos a invertir en el país… Aquí presentamos una alternativa de cómo podemos crecer sin agregar impuestos".
Se confía también en el apoyo de la banca, tanto privada como estatal, para dinamizar esta ley por la vía de la financiación, manifestó Guerrero, para plazos máximos de créditos de hasta 25 años.
Casalco también emprende la inmediata aprobación, junto a esta última, de la Ley de Agilización de Trámites para el Fomento de Proyectos de Construcción, la que reduciría los tiempos de aprobación de proyectos y agilizaría también la economía, al reducir burocracias y falta de coordinación entre las diferentes instancias que otorgan autorizaciones para la construcción de proyectos, pues se pretende, con la normativa, que un proyecto esté aprobado en un promedio de 175 días, donde el promedio actual ronda los 880 días.
Además, para noviembre de este año se prevé la creación de un instituto superior de capacitación, formación y certificación de la industria de la construcción, dirigido a profesionales, técnicos y obreros, para subir los estándares profesionales de los actores que forman el gremio.
