Por agencias
"Es un extranjero que vino supuestamente a velar por la impunidad pero que está sembrando el odio entre los guatemaltecos (…). Si no lo quieren en su país, no sé cómo podemos tenerlo aquí", manifestó la ex vicepresidenta durante su declaración ante el juez Miguel ángel Gálvez, al que se quejó por ser la última en subir al estrado.
Baldetti está acusada, junto con el expresidente Otto Pérez Molina, de asociación ilícita, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y cohecho pasivo en el caso denominado "Cooptación del Estado", por el que están imputadas más de 50 personas.
Apoyada en unas hojas escritas a mano, la exalta funcionaria prestó declaración ante Gálvez y aseguró que la Fiscalía y la CICIG han "inventado" nombres de diferentes casos para "alimentar el odio" de los guatemaltecos hacia aquellos que han gobernado la nación con sacrificio.
"No puedo pensar que dejé 20 años de vida, 15 años de vida, para llegar a robarme los millones que dice el Ministerio Público (MP-Fiscalía)", proclamó enfática a pesar de haber dicho que este fin de semana su estado de salud había decaído, con 41 grados de temperatura que no le han impedido "estar frente a usted".
Toda la acusación en su contra, dijo sin hacer mención explícita a nadie, ha sido "un golpe de Estado técnico internacional", donde participó "un país cercano" al que le interesa mucho el Triángulo Norte de Centroamérica (Estados Unidos) y un colombiano (Velásquez) que dieron "un golpe a la democracia" para "quitarnos ilegalmente" del poder y seguir velando por sus propios intereses.
Baldetti, que no dudó en describirse como una mujer "trabajadora", con valores y principios, dispuesta a hacer muchos sacrificios para velar por el bien de Guatemala, describió sus últimos años de trabajo y se preguntó si todo lo que está pasando ahora se debe a haber sido una mujer "aguerrida" que no se detuvo "ante nada".
"Si es el costo por haber hecho lo que hice en su momento, no me arrepiento", proclamó, y describió cómo durante sus tres años y medio al frente de la Vicepresidencia de Guatemala veló, entre otros, por los niños desnutridos, aquellos "que parecen gordos" pero que en realidad están "llenos de lombrices".
La exalta funcionaria defendió, una y otra vez, su inocencia, aseveró que no hay pruebas en su contra, y criticó al colaborador eficaz de la Fiscalía y exsecretario privado suyo, Juan Carlos Monzón, la única persona que, a su juicio, debería estar sentada ante la Justicia, a pesar de estar prófugo durante 6 meses.
"La persecución que se realiza se va a caer por su propio pie porque está llena de mentiras", manifestó Baldetti, y aseguró que la acusación en su contra es "un copy paste" de la de Pérez Molina, llena de "puras mentiras": "Le quitaron unas cositas a él y me pusieron unas cositas a mí".
Tras la declaración de los imputados, el juez debe determinar ahora si hay o no indicios para procesar a los 57 implicados en esta trama, que supuestamente saqueó al Estado de Guatemala.
"Es un extranjero que vino supuestamente a velar por la impunidad pero que está sembrando el odio entre los guatemaltecos (…). Si no lo quieren en su país, no sé cómo podemos tenerlo aquí", manifestó la ex vicepresidenta durante su declaración ante el juez Miguel ángel Gálvez, al que se quejó por ser la última en subir al estrado.
Baldetti está acusada, junto con el expresidente Otto Pérez Molina, de asociación ilícita, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y cohecho pasivo en el caso denominado "Cooptación del Estado", por el que están imputadas más de 50 personas.
Apoyada en unas hojas escritas a mano, la exalta funcionaria prestó declaración ante Gálvez y aseguró que la Fiscalía y la CICIG han "inventado" nombres de diferentes casos para "alimentar el odio" de los guatemaltecos hacia aquellos que han gobernado la nación con sacrificio.
"No puedo pensar que dejé 20 años de vida, 15 años de vida, para llegar a robarme los millones que dice el Ministerio Público (MP-Fiscalía)", proclamó enfática a pesar de haber dicho que este fin de semana su estado de salud había decaído, con 41 grados de temperatura que no le han impedido "estar frente a usted".
Toda la acusación en su contra, dijo sin hacer mención explícita a nadie, ha sido "un golpe de Estado técnico internacional", donde participó "un país cercano" al que le interesa mucho el Triángulo Norte de Centroamérica (Estados Unidos) y un colombiano (Velásquez) que dieron "un golpe a la democracia" para "quitarnos ilegalmente" del poder y seguir velando por sus propios intereses.
Baldetti, que no dudó en describirse como una mujer "trabajadora", con valores y principios, dispuesta a hacer muchos sacrificios para velar por el bien de Guatemala, describió sus últimos años de trabajo y se preguntó si todo lo que está pasando ahora se debe a haber sido una mujer "aguerrida" que no se detuvo "ante nada".
"Si es el costo por haber hecho lo que hice en su momento, no me arrepiento", proclamó, y describió cómo durante sus tres años y medio al frente de la Vicepresidencia de Guatemala veló, entre otros, por los niños desnutridos, aquellos "que parecen gordos" pero que en realidad están "llenos de lombrices".
La exalta funcionaria defendió, una y otra vez, su inocencia, aseveró que no hay pruebas en su contra, y criticó al colaborador eficaz de la Fiscalía y exsecretario privado suyo, Juan Carlos Monzón, la única persona que, a su juicio, debería estar sentada ante la Justicia, a pesar de estar prófugo durante 6 meses.
"La persecución que se realiza se va a caer por su propio pie porque está llena de mentiras", manifestó Baldetti, y aseguró que la acusación en su contra es "un copy paste" de la de Pérez Molina, llena de "puras mentiras": "Le quitaron unas cositas a él y me pusieron unas cositas a mí".
Tras la declaración de los imputados, el juez debe determinar ahora si hay o no indicios para procesar a los 57 implicados en esta trama, que supuestamente saqueó al Estado de Guatemala.
