Centroamérica & Mundo

Alarmas prendidas por precios del petróleo venezolano

Cuando se habla de petróleo, la mente se ubica rápidamente es tres regiones fundamentales: Medio Oriente, Golfo de México y Venezuela.

2014-10-15

Por: Daniel Suchar Zomer*

Los primeros, dueños y amos de un nada despreciable 65% de las exportaciones del planeta. Los segundos, por encontrarse muy cercano a la región de Latinoamérica, poseen un 5%; y en el país de las mises, con un 8% del globo terráqueo. Por lo tanto, los tres protagonistas antes mencionados, casi logran la proveeduría de un 80% del oro negro mundial; originándose una gran importancia de lo que pueda pasarles a cada una de estas regiones en caso de alguna inestabilidad macroeconómica de ellas.

Ya entrando en la región, debido a su importante aporte petrolero a "la sociedad" regional y mundial; el país de Venezuela debe tratarse a "mecate corto" cuando de inestabilidades se habla. Tanto es así, que hay un refrán político muy famoso en dicho país que reza lo siguiente: "En Venezuela no hay políticos malos ni buenos. Lo que hay son buenos o malos precios del Petróleo".

Y es que si de conocimiento de causa se hablase; el 85% del producto interno bruto (PIB) de dicho país, proviene del sector petrolero. Por lo tanto, una afectación directa de sus precios; inclinaría la balanza monetaria entre la escases de divisas o una abundancia de ellas.

Ahora bien, durante las últimas semanas, el fenómeno que ha ocurrido es el desplome de los precios del oro negro en los mercados internacionales. Todas las diferentes dietas de los barriles de petróleo del mundo (West Texas, Brent, Cesta OPEP) han mostrado caídas libres en sus cotizaciones. Lo delicado del asunto desde el punto de vista venezolano, este posee montos por debajo de los mencionados anteriormente. Quiere decir, que para principios de Octubre, cuando aquellos rondaban los US$92 a US$95; el criollo se encontraba por US$85. Por lo tanto, una disminución absoluta del venezolano, impactará porcentualmente mucho más que en los demás.

El problema del país de Galarraga, Vizquel y Aparicio, es aún más grave que el solo hecho del descenso de la valoración petrolera. Sus indicadores de producción han caído de 3MM a 2,4MM de barriles, queriendo decir, un 20% según los últimos comunicados de la OPEP. Por lo tanto, y hablando en un lenguaje sencillo de finanzas, cuando el presupuesto de una nación está compuesto por los rubros precio (P) y cantidad (Q); el ingreso total es la combinación de ambos (P x Q). Si se desea mantener los ingresos cuando uno de ellos cae, se eleva el otro. Lo difícil es cuando ambos, van hacia la baja.

Entonces, bajo el entorno actual de una baja en precios del petróleo; cuál es el panorama para Venezuela en los próximos días; sin dejar de un lado, la relación "comercial" que existe con otras naciones del continente. Estos serían los puntos analizados:

1) Amenaza real para afrontar el Gasto Público: El presupuesto del país está regido por una cantidad de ingresos necesarios para asumir las responsabilidades con el sector público. Un buen gerente podría administrar y/o hasta buscar salidas a este asunto, tomando la decisión de recortar el Gasto a través de despidos u optimizar los recursos derrochados por el propio gobierno. Para el Ejecutivo, eso no es viable, pues la clave de mantener el Status Quo de los últimos 16 años, es alimentando permanentemente a dicho gasto público. Hay que recordar la módica suma de 2,5 millones de empleados públicos (más que en EE.UU.)

2) Equilibrio en Tasas de Cambio: La inversión extranjera directa se ve espantada por los indicadores que muestra Venezuela; y por lo tanto, es difícil conseguir que la Balanza Financiera obtenga flujos de dólares que ingresen a ese país. Por lo tanto, la oferta de dólares (que es administrada por el propio gobierno con un rígido Control de Cambio) se verá afectada negativamente pues el único ingreso real de divisas norteamericana es a través de la exportación de petróleo. Quiere decir que al bajar los ingresos, bajará la oferta monetaria de los dólares; y por ende, a la hora de liquidar mediante SICAD I o SICAD II; será aún más difícil de ofrecer dicha moneda. En conclusión, no debe de extrañar que la tasa de cambio (subastada) pueda subir.

3) En jaque los Programas Sociales: A diferencia del gasto público; las obras de bien social como los programas estructurados para personas de bajos recursos, también pueden verse afectados. Muchos de ellos son aplaudidos por todos los habitantes y se convertiría en una catástrofe si los pocos recursos que le llegan a dichas iniciativas, empiezan a verse escaseados "por quedar bien" en otros rubros.

4) Prevención en países amigos del Socialismo del Siglo XXI: No es un secreto para nadie, que las ventajas de pertenecer a PetroCaribe, como también, mantener una amistad "verdadera" con el Ejecutivo venezolano, ha traído beneficios a distintas naciones de la región. Cuba, Brasil, Nicaragua y Bolivia; serían los primeros en abrir los ojos pues sus cómodas cuotas de regalías, podrían verse perturbadas si los ingresos petroleros venezolanos se desploman. Por lo tanto, el impacto es de carácter internacional, lo que podría forzar migraciones aún más acentuadas desde esos países y/o el empeoramiento de sus economías.

5) Cuando hay culpa, hay que pagar: Y en este caso, a Venezuela le toca pagar mucho dinero. Primeramente acaba de ser derrotada por ExxonMobil, a quien aún debe de solventar una suma cercana a US$1.600 millones. Y por allí, también se acerca otro arbitraje que podría tener el mismo final pero esta vez, para la empresa ConocoPhillips. Ese dinero hay que conseguirlo de algún lugar o partida presupuestaria. La pregunta es de donde y la respuesta, mucho más sencilla…..de la renta petrolera !!!

6) Escasez en servicios básicos de alimentación y cuidado personal: La creciente oleada de niveles astronómicos de escasez en Venezuela se está volviendo un "diario vivir". En el modelo del Socialismo adoptado hace unos años, el Gobierno ha querido participar en todos los ámbitos, incluyendo la producción nacional de cosas básicas. Pero claramente esto ha podido hacerlo siempre y cuando haya recursos monetarios para realizarlo. A medida de los ingresos bajen, la amenaza es más acentuada y la plataforma social de comidas y bebidas, se empezará a ver aun peor. Tanto es así, que una revuelta social empieza a sonar como leyenda urbana del presente año; a la cual el Ejecutivo si le tiene miedo mucho más a este fenómeno, que a cualquier otro mencionado en este artículo.

7) Aumento de inflación y tasas de cambio: No se podría dejar de un lado este tema; que viene implícito en todo acontecer económico. Si la inflación acumulada supera el 60%; se vislumbra una al cierre del año mucho mayor. Por ende, valor del dinero en el tiempo va depreciándose en forma acelerada; y los riesgos bancarios de prestar el dinero, será mayores. Quiere decir que la variación de las tasas de interés estará prácticamente por las nubes y no habrá forma de incentivar la inversión interna, malogrando el movimiento de la economía venezolana.

Los vaivenes de los precios del petróleo, son exógenos a todos los venezolanos que disfrutaron hace unos días, de tener una nueva Miss Venezuela. Lo que sí es manejable, es la administración y puesta en marcha de la producción de lo que se realice localmente. Es lamentable recordar las diversas razones por las cuales la producción petrolera de dicho país ha caído enormemente. Pero aún peor es inmortalizar la forma de adquirir compromisos teniendo una petro-dependencia.

Lo recomendable siempre estará basado en el modelo económico de promover la economía abierta, mixta y de diversas fuentes; generando empleo y abundante producción local. De esta forma, nunca se prenderán las alarmas de la petro-dependencia en ningún lugar del mundo.

*Analista económico. Profesor universitario.

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